Un nuevo sistema de bombardeo de agua en Deltebre ayuda a frenar el caracol manzana

El Departamento de Agricultura y los Regantes de la Izquierda del Ebro han puesto a funcionar dos nuevas bombas en el desagüe del canal del Penal en Deltebre (Baix Ebre), que permitirán frenar la entrada en los arrozales del caracol manzana, conservar la biodiversidad y mejorar la renovación del agua, con la entrada de agua dulce, a la bahía del Fangar y al Canal Vell del delta del Ebro. Desde los años 70, el agua que se desaguaba de los arrozales se desembocaba directamente en el mar con un sistema de bombardeo en la zona de Pal. Los regantes han destacado que con el tiempo eso ha perjudicado el sector de la pesca y la acuicultura y también la biodiversidad y con esta actuación en el Penal se corregirá.

Por una parte, las bombas del desagüe del Penal permitirán un manejo más eficiente para mantener los niveles de agua en los arrozales muy bajos para que no entre el caracol manzana, y de la otra, aportará agua en el Fangar para mejorar la renovación y beneficiar el cultivo de bivalvos y otras especies. Las bombas funcionarán casi todo el año. Como mínimo un 70% del tiempo. La obra ha costado más de 250.000 euros y se ha financiado a través de las partidas del grupo adhoc contra la plaga del caracol manzana, con 200.000 euros, y el resto con la financiación de la obra civil por parte de los Regantes de la Izquierda.

El director de los servicios territoriales de Agricultura en las Terres de l'Ebre, Ferran Grau, el presidente de la comunidad de Regantes de la Izquierda del Ebro, Javier Casanova, eso como representantes de Fepromodel (Federació de Productors de Marisc del Delta), y otros sectores de pesca o caza han remarcado que el proyecto ha sido basado en el trabajo transversal de todos los agentes implicados. «Era un objetivo sobradamente buscado por todos el sectores, acuicultores, pescadores, cazadores y agricultores y una ambición que se perseguía desde hacía muchos años,» ha destacado Grau. «Es la demostración de que hacen falta equilibrio y unidad de trabajo y que las cosas salgan desde el territorio para que lleguen a buen puerto y aporten soluciones a los problemas de subsidencia y regresión que sufrimos en el Delta», ha añadido Casanova.

Casanova ha reconocido que el sistema que se estableció años atrás para desaguar el agua de los arrozales de los del bombeo de Pal ha acabado llevando problemas en el sector primario del Delta. «El agua dejó de entrar en la Bassa y en el Racó y ha perjudicado el sector del marisco y del pescado y también tuvo perjuicios ambientales. La intención es recuperar el agua con otras acciones que se harán más adelante para darle riqueza ambiental en la pesca y la acuicultura como se hacía antes. No hemos inventado nada, sólo hemos vuelto atrás para mejorar el manejo del agua y modernizar aquello que ya hacían antiguamente y que en el Delta le iba bien», ha explicado el presidente de los Regantes.

También se ha insistido en que este es sólo un primer paso. «Necesitamos más cosas. Aquí se habían hecho con mucho dinero que no servía para nada pero tenemos que ser conscientes de que hacen falta muchas más inversiones. Tenemos que entender que es un principio sobre cómo gestionar todos los intereses en la zona», ha defendido Casanova. «Ya hemos pasado de la coexistencia a la colaboración y eso es muy importante», ha añadido el gerente de Fepromodel, Gerardo Bonet.

Las bombas que se han instalado son un diseño innovador, creado por la empresa de Deltebre B&G, que tiene una eficiencia energética que permite ahorrar hasta un 80% de consumo eléctrico respecto de otros modelos, hace poco ruido, requiere poco mantenimiento y se respetuosa con la fauna acuática ya que le facilita el paso a través de un canal interno donde evitan golpes o heridas.