Sociedad
La Galera habilitará una zona deportiva alternativa después del cierre de la pista
El alcalde dice que estudian la insonorización de las instalaciones y que habilitarán una partida presupuestaria para el próximo año
El Ayuntamiento de la Galera (Montsià) habilitará una zona deportiva alternativa que dé servicio de forma provisional después del cierre de la pista a raíz de una sentencia judicial por exceso de ruido. El consistorio asegura que ya dispone del lugar mientras las instalaciones actuales estén cerradas a la espera de que se insonoricen adecuadamente. Una pareja que construyó su vivienda al lado de la pista denunció el consistorio por las molestias acústicas que generaba la actividad. El gobierno municipal ha explicado que ha iniciado las gestiones con varias empresas especializadas para concretar la solución definitiva y habilitar una partida presupuestaria para ejecutarlas, cumpliendo la sentencia.
El alcalde de la Galera, Ramon Muñoz, ha lamentado que el cierre impida que «los jóvenes y niños del pueblo no puedan hacer ningún tipo de actividad deportiva, ni tampoco disfrutar de unas instalaciones que muchos vecinos las utilizaban como zona de reunión y de recreo, con la seguridad que permitían a los usuarios de corta edad».
Al mismo tiempo, se muestra contrariado ante el hecho de que «un sol vecino pueda perjudicar todo el pueblo» y recuerda que en torno a las instalaciones tienen la vivienda una veintena de familias. «Todas coinciden en asegurar que no les supone ninguna molestia las actividades que se hacen en la pista», asegura. En este sentido, reprocha que tendrá que ser «todo el pueblo» quien pague los gastos de insonorización «por una sola persona».
En un comunicado, el alcalde recuerda que las instalaciones ya existían cuando el denunciante construyó la casa, hecho por el cual muestra su sorpresa por la denuncia posterior. «Es como si yo me pongo a vivir delante de un colegio y después lo denuncio porque los niños hacen ruido al salir de clase», ejemplariza. Reconoce que el conflicto se inició ya hace diez años y que el Ayuntamiento aplicó medidas correctoras que los denunciantes consideraron insuficientes.
A pesar de todo, y de acuerdo con la sentencia, la pista puede seguir albergando las fiestas mayores y otros actos populares, dado que las ordenanzas municipales permiten niveles de ruido más elevados estos días.