El paro de Casablanca provoca pérdidas de 110.000 euros cada día

La interrupción inevitable hoy de las operaciones de extracción de petróleo en la plataforma Casablanca comportará pérdidas millonarias por cada día de paro. Dicho de otra manera, la compañía Repsol dejará de facturar una media de 110.000 euros correspondientes a los 2.000 barriles que produce al día. Las pérdidas, sin embargo, podrían ser mayores, teniendo en cuenta que el precio del barril de brent oscila cada día y, aunque se encuentra en los mínimos (ayer se cotizaba a 53,86 dólares), en el mes de noviembre, sin ir más lejos, se situó hasta los 64,75 dólares el barril. A esta pérdida de riqueza vinculada a la producción, hay que añadir las pérdidas que supone también el cese de la actividad a todas las empresas auxiliares que dependen del funcionamiento de Casablanca.

El proceso de paro de la actividad de la plataforma Casablanca de Repsol empezó de forma progresiva hace días, después de que la concesión de la segunda prórroga para continuar la actividad no entrara en el orden del día del Consejo de Ministros del pasado 21 de diciembre, el cual se celebró en Bacelona. Desde entonces, la compañía se empezó a preparar para que a las 23.59 horas de hoy, 27 de diciembre, Casablanca haya dejado de funcionar completamente. Repsol mantiene la mirada puesta en el Consejo de Ministros que se tiene que celebrar mañana, 28 de diciembre, aunque no ha trascendido si, entonces, el Gobierno dará el visto bueno a la segunda prórroga que tiene que mantener la actividad a lo largo de una década más. En el mejor de los casos, si el Consejo de Ministros de mañana aprobara el trámite, la plataforma Casablanca no podría empezar a estar en pleno funcionamiento hasta, al menos, ya entrado el mes de enero. Primero, porque, después de la aprobación por parte del órgano gubernamental, la concesión de la prórroga tiene que ser publicada en el Boletín Oficial del Estado –lo que supone al menos un día más– y, segundo, porque la puesta en funcionamiento de la planta tiene que ser progresiva cómo, de hecho, se ha estado llevando a cabo su paro. Horas de ahora el territorio no contempla otro escenario que no sea el de conceder la segunda prórroga acordada el año 1978, cuando se aprobó la concesión. Se da la paradoja que la concesión de los pozos que se explotan desde Casablanca continúan vigentes más allá de la fecha límite –la medianoche de hoy– en que expira la de la plataforma.

La plataforma Casablanca da trabajo a 120 puestos de trabajo altamente calificados, aparte de muchos otros estrechamente ligados a las empresas auxiliares que dependen de su actividad, como el helicóptero que transporta, semanalmente, al personal de la plataforma o bien la base en tierra, que se ubica en los Garidells.

Por otra parte, se calcula en 150 millones de euros la pérdida de inversiones que se tendrían que hacer a lo largo de los 10 años de prórroga de que puede disfrutar la instalación, en caso de que no se dé el visto bueno por parte del Consejo de Ministros.

La incertidumbre generada antes del 21 de diciembre, cuando se esperaba la aprobación por parte del Consejo de Ministres, provocó que las cámaras de comercio de Tarragona, Valls y Tortosa se pronunciaran a favor de mantener la infraestructura industrial situada en alta mar. Las organizaciones empresariales subrayaron la importante pérdida de sitios de trabajos directos, además de los indirectos y el efecto inducido por diferentes negocios de la zona, que supondrá el paro.

40 MEUR anuales

Según las cámaras, quedarían sin efecto contratos de servicios valorados en 16 millones de euros el año. Las organizaciones pidieron, entonces, celeridad al Consejo de Ministros y que concediera la prórroga de la concesión que, finalmente, no se produjo. La compañía Repsol ha cumplido con todos los requisitos técnicos y administrativos para seguir extrayendo unos 2.000 barriles de petróleo al día, los cuales tienen un valor anual de unos 40 millones de euros.