La mayoría de los residuos recogidos en las playas del Delta de l'Ebre son plásticos
El Mediterráneo es una de las cuencas más afectadas por la basura marina en todo el mundo
El último muestreo para caracterizar la basura marina en el Parc Natural del Delta de l'Ebre ha dado como resultado la recogida de 84 objetos, la mayoría de plástico.
La iniciativa forma parte del proyecto Marine Litter Watch Month, una acción para caracterizar la basura marina presente en las playas del Delta de l'Ebre, conocer su origen, actuar sobre las fuentes y desarrollar un plan de actuaciones.
Hasta ahora se han llevado a cabo cuatro muestreos, efectuados el invierno del 2017 y la primavera, verano y otoño del 2018.
La dinámica del programa consiste en muestrear y recoger toda la basura presente en dos puntos -de 100 x 20 metros- de la playa del Serrallo, en Sant Jaume d'Enveja.
Se eligió este lugar por su posición geográfica en relación con la desembocadura de l'Ebre y el Port de Sant Carles de la Ràpita, porque no dispone de limpieza mecánica durante los meses estivales y por su distancia con las estaciones de bombardeo de agua de los arrozales.
Con respecto a la caracterización de la basura recogida en muestreo de otoño, con un peso total de 5,4 kg, la mayor parte también fueron plásticos (81 unidades). También se recogió 1 objeto textil, 1 de madera procesada y 1 de metal.
Los resultados globales de los cuatro muestreos dan un total de 636 objetos recogidos (566 de plástico, 22 de metal, 15 de madera, 13 químicos, 9 de cristal, 6 de goma, 4 de textil y 1 de papel), que tienen un peso total de 43,6 Kg. La densidad media de basura marina recogida ha sido de 0,04 objetos por metro cuadrado.
En cuanto a la relación entre la cantidad de objetos recogidos y el peso, destaca, sobre todo, el incremento de unidades recogidas durante el muestreos de primavera y verano. Este hecho se explicaría por el alto caudal que lleva el río Ebro los meses de marzo, abril y junio, que supera los 500 m3/s por término medio.
El Mediterráneo es una de las cuencas más afectadas por la basura marina en todo el mundo, que representa un problema persistente y omnipresente que no conoce fronteras y tiene un impacto negativo sobre sectores económicos vitales como la pesca, la acuicultura, la navegación y el turismo.
También supone una amenaza sobre las especies y hábitats marinos, así como un peligro para la salud de las personas.