La CUP Terres de l'Ebre reclama al Gobierno que paralice el vertedero de Riba-roja

Entidades y administraciones del territorio siguen mostrando su rechazo al proyecto de vertedero de residuos industriales de Riba-roja d'Ebre. Por una parte, la CUP de las Terres de l'Ebre ha reclamado al Departament de Territori i Sostenibilitat y a la Agència de Residus que paralicen el proyecto. Recuerdan que la Ribera d'Ebre rechaza socialmente verse hipotecada por una instalación «insostenible» al servicio del área metropolitana de Barcelona. También el pleno del Ayuntamiento de Sant Carles de la Ràpita se ha sumado a la oposición al vertedero aprobando la moción presentada por ERC, y secundada por todos los grupos municipales. El texto aprobado recuerda que su repercusión trasciende los límites municipales y afecta directamente al modelo territorial.

«La Ribera d'Ebre ha superado con creces su capacidad de acogida de actividades económicas insostenibles», asegura la formación anticapitalista en una comunidad en el que recuerda que la comarca se acerca a un «momento crucial» de su historia con el cierre de las centrales nucleares de Ascó y la industria química de Flix en paralelo al valor añadido de productos agropecuarios y el turismo vinculado a actividades naturales y patrimoniales. La cultura y la memoria tienen que permitir en la Ribera d'Ebre aprender de los errores del pasado para configurar un futuro mejor para próximas generaciones. Tenemos que decir basta al abuso irresponsable hacia una población que ha sufrido el deterioro del territorio y de su medio ambiente mediante políticas especulativas y acciones económicas de cariz dudoso», señalan.

Recuerdan que la instalación de Riba-roja tendría un gran impacto visual, ecológico –por su proximidad a la reserva de Sebes- y social a la zona, que se sumaría a los de los proyectos en marcha en la cubeta de Móra. Rechazan proyectos económicos «opacos, característicos de gobiernos de derechas, que favorecen los intereses de grandes empresarios» a partir de «mentiras y falsas promesas de mayor empleo y atracción económica» que, por el contrario, resultan «agresivas e insostenibles», poniendo en peligro la Reserva de la Biosfera de les Terres de l'Ebre. Es por eso que, consideran, el Gobierno no sólo tiene que parar el proyecto sino también controlar el funcionamiento y la gestión de los vertederos ya existentes a Flix y Tivissa.