Diari Més

La Terra Alta cede fincas para que los futuros pastores practiquen la silvopastura

El proyecto de espacios test es pionero en Cataluña y promueve el relevo generacional en la ganadería extensiva

Plano medio de dos técnicas del Grupo Operativo Rend que impulsa espacios test en la Terra Alta revisando mapas.

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Los pastores que se forman en la Escola de Catalunya de Rialp (Pallars Sobirà) podrán practicar la profesión en la Terra Alta. La nueva red de espacios test, impulsada en Cataluña y Extremadura por el Grup Operatiu RETA, permite «testear» proyectos agrícolas o ganaderos «en un entorno seguro y con una viabilidad económica de bajo riesgo» y facilitar que se incorporen nuevos jóvenes profesionales al campo. Gandesa, Prat de Comte y la Pobla de Massaluca cederán fincas públicas para trabajar la silvopastura, una práctica de pasturaje extensivo que reduce el riesgo de incendio forestal. El proyecto se desarrollará durante dos años y se plantea que, como mínimo, tres nuevos pastores puedan poner en práctica este tipo de explotación forestal en Cataluña y Extremadura.

La Terra Alta tendrá el primer espacio test de Cataluña, un proyecto innovador y pionero que quiere fomentar el relevo generacional, sobre todo en el sector de la ganadería extensiva. Por este motivo, a partir de fincas públicas cedidas por los ayuntamientos de Gandesa, Prat de Comte y la Pobla de Massaluca se promoverá la silvopastura, el pasturaje en zonas forestales que ayuda a la limpieza del sotobosque y a reducir el riesgo de incendio.

La Red de Espacios Test estatales empezarán a implantarse en la comarca terraltina y en Extremadura. Los gestiona el Grup Operatiu RETA, cuenta el apoyoe de la Red Rural Nacional del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, la Asociación Europea por la Innovación en materia de productividad y sostenibilidad agrícolas (AEI-Agri) y está financiado por el FEADER. El proyecto está liderado por la Associación d'Iniciatives Rurals de Catalunya (ARCA), que cuenta con socios como la Red de Custodia del Territorio (XCT), la Associació Rurbans-Escola de Pastors de Catalunya y con la Federación de ADF de la Terra Alta. En la zona extremeña, forman el grupo la Red Extremeña de Desarollo Rural (REDEX), el Grupo de Acción Local TAGUS, la Cooperativa Cooprado y la Universidad de Extremadura.

El Grup Operatiu cuenta con la colaboración de entidades como la Diputació de Barcelona, el Ayuntamiento de Lérida, la Asociación nacional de criadores de ovino de raza ripollesa (ANCRI), el Ayuntamiento de Arroyo de la Luz y la red francesa RENETA. El grupo está coordinado por Neus Monllor, consultora agrosocial especializada en desarrollo rural y relevo generacional.

Importados de Francia

Los espacios test se han importado de Francia, donde funcionan con gran éxito. Son fincas acondicionadas para ejercer actividades agrarias y ganaderas y permiten «testear proyectos agrícolas o ganaderos en un entorno seguro». Así, se facilita la incorporación progresiva de personas nuevas, y en muchos casos jóvenes, en el sector agrícola. La horticultura es el ámbito donde está más instaurado en Francia porque, de entrada, «es más fácil. Con dos hectáreas y una red de regadío tienes un ciclo productivo muy rápidamente, pero la ganadería necesita más tiempo y la situación es más complicada», ha explicado Albert Puigvert, gerente de ARCA.

Por este motivo, y con una perspectiva «realista», el proyecto en la Terra Alta y Extremadura prevé ofrecer espacios test, de momento, a tres pastores. «Nos hemos sentado con actores local para hacer posible un espacio test en la zona de la Terra Alta trabajando el agrosilvopastura. Es un territorio forestal con muchos problemas de riesgo de incendio, que se incrementa a medida que se van abandonando las explotaciones», ha explicado Puigvert.

Existe otro problema que afronta el dispositivo, la falta de relieve generacional que comporta dificultades en la gestión forestal del territorio y la producción local. «Se quiere facilitar que gente que no viene de familia campesina, que no conoce el sector, pueda testar el oficio con un riesgo económico limitado», ha dicho el gerente de ARCA. Al final del proyecto, después de dos o tres años, también se propone un acompañamiento por conseguirle una finca al nuevo pastor dónde desarrollar la actividad y que se implante en el territorio. «Tiene una doble función: incrementar el relevo generacional pero también mejorar la gestión territorial en Cataluña», ha añadido.

Puigvert ha asegurado que en la Escola de Pastors de Catalunya la formación dura unos seis meses y hace falta uno «segundo ciclo» para acabar de formarse en el manejo del ganado y «comprobar si la pasión por este trabajo encaja a la realidad y la complejidad de hacer de ganadero». «Pasado este tiempo de acompañamiento se hará el salto a trabajar de forma autónoma pero se importante la disponibilidad de fincas, que es lo que necesitamos trabajar», ha defendido el portavoz de ARCA.

Las fases del proyecto

En verano, una vez acabe el estudio de la viabilidad económica y técnica de las fincas que han cedido los ayuntamientos, habrá que establecer las inversiones necesarias para mantener el rebaño en funcionamiento. El proyecto necesita garantizar el suministro de agua, infraestructuras ganaderas como cobertizos y vallas, y abastecimiento de alimentación del ganado de cabra blanca durante el invierno. Las inversiones para adecuar las explotaciones las hará el ADF Terra Alta. De momento ya disponen de 50.000 euros presupuesto aprobado.

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