Agricultura
UP impulsa una plataforma contra la crisis del sector de los cítricos
El sindicato agrario reclama una ayuda 'minimis', controles de los contratos y amparo para reconvertir variedades de clementina
El sindicato agrario Unió de Pagesos (UP) impulsará una plataforma en defensa del sector de los cítricos y piden a los ayuntamientos y los consells comarcals, además de otros sectores sociales, que se adhieran. UP quiere presionar así los gobiernos catalán y español a implementar medidas que ayuden a la citricultura a superar la actual crisis, agravada la última campaña con una grave bajada de precios por la entrada masiva de fruto del África Meridional. En este sentido, el sindicato reclama una ayuda 'minimis' a la Generalitat por la «perturbación» de la crisis de los precios, ayuda que puede llegar a 15.000 euros. También solicitarán controles de los contratos de compra-venta, un etiquetado sobre el origen de las importaciones y subvenciones para reconvertir las explotaciones de clementinas por variedades más tardías.
La plataforma se presentará en una primera asamblea abierta en Alcanar, el próximo miércoles. «Queremos ampliar y que se suman las entidades sociales y políticas del territorio que quieran», ha explicado Carlos Roig, responsable del sector de los cítricos del sindicato. «Queremos tener fuerza ante todas las administraciones pero primero delante de la nuestra», ha añadido.
De hecho, UP considera que hay aspectos estructurales que hay que reclamar en la Consejería de Agricultura, con quien ya se hizo una reunión bilateral el pasado 31 de enero, y que se repetirá el 20 de febrero, dónde también asistirá el director general de Alimentación, Calidad e Industrias Alimenticias, Carmel Mòdol. También está prevista, el 25 de febrero, el primer encuentro de todos los agentes de los sector a los servicios territoriales de Agricultura de las Terres de l'Ebre.
Una primera petición a la consellera será una ayuda 'minimis', que puede llegar hasta los 15.000 euros, y que tendría que servir para compensar la crisis de precios que se ha vivido esta campaña. La saturación de cítricos en el mercado europeo, con la entrada de fruto de países terceros hasta a final de enero, ya bien entrada la campaña en Cataluña, ha comportado el retraso en la cosecha y el hecho de que mucho campesinado haya optado por no cogerla o malvenderla.
Aquí se han sumado carencias de contratación por escrito en las ventas del fruto. «El campesino se ha visto casi obligado a regalar la cosecha y el comercio ha sido muy contrario a hacer contratos», ha denunciado Roig. «La Generalitat aquí puede actuar de oficio, o en última instancia lo puede hacer la Agencia Española de Seguridad Alimenticia», ha añadido el responsable de sindicato. Por este motivo, la nueva plataforma también pedirá la puesta en marcha de una campaña de controles e inspecciones para comprobar el cumplimiento de la existencia de contratos por escrito en la compraventa, durante la cosecha y la comercialización.
Otra petición se hace a la Agencia Catalana de consumo para que inicie una campaña a favor de un etiquetado correcto sobre el país de origen de las importaciones, teniendo en cuenta la falta de reciprocidad de las normativas de producción en los países terceros respecto de las europeas. En este sentido, UP también considera necesario una campaña informativa para los consumidores sobre las diferencias de las normativas de los países terceros y de los europeos, tanto con respecto al proceso de producción como a las materias activas no autorizadas en la Unión Europea (UE) que se utilizan en otros países.
El sindicato quiere que el Departamento incorpore inmediatamente los cítricos a los precios sectoriales de referencia del Observatorio Agroalimentario de Precios y que de manera conjunta con el Ministerio presionen la Comisión Europea para activar los mecanismos en situaciones de perturbación de mercado de la Organización Común de Mercados (OCM) de los productos agrarios.
UP solicitará la exención del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) de rústica para los municipios de la zona productora de cítricos y la compensación del menores ingresos de los ayuntamientos, y la adecuación de los módulos del IRPF para ajustarlos a «la excepcional y grave perturbación de mercado».
La última demanda hace referencia a una reconversión varietal con ayudas para que el campesinado se pueda acoger. «Las principales zonas productoras de clementinas han optado por producir en segunda campaña y nosotros seguimos en primera campaña, nos encontramos con las fronteras abiertas y chocamos con el qué viene de fuera. Nos tenemos que regular y pasar una parte en segunda campaña», ha explicado Roig.