Huelga 21-F
Medio millar de personas se concentran en Tortosa para exigir los derechos sociales y políticos de los catalanes
Sindicatos y estudiantes, satisfechos por el seguimiento de la huelga general en las Terres de l'Ebre, y apuntan que habría superado el 50% en algunos centros educativos
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En torno a medio millar de personas se han concentrado este jueves al mediodía en Tortosa para exigir los derechos sociales y políticos de los catalanes. La protesta, una de las más concurridas de esta jornada de huelga general del 21-F en las Terres de l'Ebre, ha tenido lugar en la plaza Barcelona con el mercado municipal y muchos establecimientos del eje comercial tortosino cerrados. Los concentrados han proferido numerosos gritos de «libertad presos políticos» y llevaban pancartas con mensajes como «Sin derechos no hay libertades», «La autodeterminación no es delito» o «#Jo Acuso». Representantes de los sindicatos, entidades y partidos políticos convocantes del paro han leído conjuntamente un manifiesto antes del cierre del acto con el canto de Els Segadors.
«Vivimos este momento como un renacimiento de la fuerza de movilización de todo un pueblo, que ha sido un año y medio un poco bajo parálisis condicionada por represión, la prisión, el exilio y la injusticia. En Cataluña y las Terres de l'Ebre se demuestra que no tenemos miedo y que no nos harán callar con la represión, únicamente ejerciendo el derecho a la autodeterminación», ha declarado a la finalización de la protesta el representante de USTEC-STEs, Pau Ureña, mostrando su satisfacción por el seguimiento de la huelga general. Según ha precisado, en muchos centros educativos del territorio ha superado el 50% y otros están vacíos.
En la concentración también se han visto estudiantes que han secundado la convocatoria. «Es un éxito rotundo, no sólo en las Terres de l'Ebre. La hacemos, principalmente, porque el Estado español quiere quiere oprimir en Cataluña y tiene temor de sentarse a dialogar. Eso nos escuece, porque nosotros estamos siempre dispuestos a sentarse en la mesa y hablar. Si se sentaran no habría que solucionarlo con el 155. Dialogar no es de cobardes es de valientes», ha subrayado Agustí Forcadell, estudiante del instituto Daniel Mangrané de Jesús.
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