La urbanización de la plaza de la Catedral de Tortosa toma forma con la fundamentación de los restos arqueológicos
La obra podría estar lista en junio cuando acabe la museización del espacio que estará regulado y vinculado al Museu de Tortosa
La urbanización de la plaza de la Catedral de Tortosa, uno de los proyectos más ambiciosos de la ciudad los últimos años, empieza a tomar forma con la ubicación de los fundamentos y zapatos que tienen que fijar los restos arqueológicos encuentros en el solar. Es la primera fase de una obra «compleja» en la cual se creará una plaza acotada al nivel de la basílica y que dará continuidad en todo el entorno y la plaza posterior del Ábside. Desde la plaza habrá acceso a los restos arqueológicos que se musealizarán en el último tramo de los trabajos, creando un recorrido en el interior, una sala museo y unas gradas para ofrecer una visión global del complejo arqueológico donde se han encontrado vestigios de todas las etapas históricas de Tortosa.
La obra que tiene un presupuesto de 1,9 millones de euros acabará, según el primer plazo previsto, en el mes de junio. Como ha explicado la alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, las excavaciones seguirán durando todo el proceso de urbanización. «La obra es muy compleja y se irá informando a medida que avanza, respecto de los plazos», ha señalado Roigé durante la visita de obras que ha hecho con el responsable del proyecto, Josep Camps.
Para Roigé, después de décadas de espera para poder llevar a cabo esta actuación, la ciudad transformará un espacio que tiene que ser el «el meollo del centro histórico de Tortosa». «Es la guinda del pastel de las actuaciones de mejora que hemos hecho y seguimos haciendo para mejorar los barrios históricos», ha dicho.
El proyecto dará acceso para que sean visitables los importantes restos arqueológicos que aparecieron en el subsuelo, entre los cuales, un tramo de cuarenta metros de la muralla romana del siglo IV, el ábside de una iglesia visigoda que podría ser el primer complejo episcopal de la ciudad –probablemente contemporánea del Concilio de Tarragona (516)-, una plaza pública que formaría del complejo monumental de un templo –cuyo podio se encontró bajo la Hospitalidad de Lurdes-, un complejo de salazones para pescado, una lonja de la Edad Media, o una gran plataforma monumental de época altimperial que podría pertenecer al Foro de la Dertosa romana. Otros hallazgos han sido las estructuras de épocas posteriores como la islámica, restos de un antiguo cementerio, estructuras de viviendas, monedas, cerámicas y otras piezas significativas que permiten resumir la historia de la ciudad de los últimos dos mil años.
«Aquí se resume la historia de la ciudad, desde la parte romana, la ciudad árabe o la medieval y nos permite descubrir buena parte de nuestra historia que hasta ahora no teníamos al descubierto», ha destacado la alcaldesa.
El arquitecto Josep Camps ha explicado que los proyecto prevé resolver el encaje del espacio situado entre el templo y el río, integrarlo en el entorno donante continuidad a la actuación que se hizo en la plaza del Ábside, y permitir la museización de los restos arqueológicos. Las obers están en la primera fase, «la más laboriosa», en la cual se tiene que sacar el quid de la cuestión del terreno y situar los fundamentos de la estructura. Después se levantará la estructura de la plaza y, finalmente, se adecuará la parte museística. La visita a los restos estará regulada y vinculada al Museu de Tortosa.