Medio ambiente
Instalan dos puntos de alimentación en los Ports para favorecer la reintroducción del quebrantahuesos
Cada semana se deposita carne y huesos para facilitar la adaptación de esta especie de buitre amenazada
El Parc Natural de los Ports ha habilitado dos puntos de alimentación suplementaria (PAS) para fomentar la reintroducción del quebrantahuesos, un proyecto liderado por la Generalitat Valenciana. El año pasado se liberaron, en el Parc de la Tinença de Benifassà (Baix Maestrat), dos pollos criados en cautividad y dos adultos capturados en el Pirineo aragonés para recuperar esta especie de buitre en los Ports, donde desaparecieron, «por causas humanas», a principios del siglo XX. Uno de los adultos volvió a los pocos días a los Pirineos pero los otros se mantienen en la zona de reintroducción. En los puntos de alimentación, situados en Tortosa y Horta de Sant Joan (Terra Alta), se los depositan cada semana diez kilos de piezas de carne y de huesos, procedentes de mataderos locales, para suplementar la dieta de estos carroñeros. Hay siete PAS más en la Comunidad Valenciana y Aragón.
El año pasado se inició un proyecto para la reintroducción del quebrantahuesos en las montañas de los Ports-Maestrats. Lo lidera la Generalitat valenciana y cuenta con la participación de la Generalitat de Catalunya, del gobierno de Aragón, la Vulture Conservation Fundation, y de Ministerio de Transición Ecológica. El quebrantahuesos es una de las cuatro especies de buitres que viven en Europa. Hace más de dos metros y medio de envergadura y es una de las aves europeas más grandes.
El quebrantahuesos desapareció de los Ports a principios del siglo XX, como también en otros macizos importantes de la península. «Se extinguió por causas humanas y está amenazada a nivel global. Desapareció por venenos y persecución directa. Es una especie carroñero y si, por ejemplo, se come una raposa envenenada, el veneno queda en los huesos y se transmite», ha explicado Joan Mestre, técnico del Parc Natural dels Ports.
A raíz de aquella fuerte regresión de la especie, el quebrantahuesos sólo sobrevivió en zonas limitadas de la zona del Pirineo, una vez se extinguió en la zona de Cazorla, el año 1986. A principios de los años 80 sólo existían cinco o seis parejas en Cataluña y a través de acciones de protección y proyectos de recuperación se incrementó el número de territorios con presencia de estos buitres. Actualmente hay tres poblaciones salvajes de quebrantahuesos en los Pirineos, en Córcega y en Creta, y se trabaja en la reintroducción en los Alpes, Andalucía y la cordillera Cantábrica.
«Queremos ampliar su área de distribución en otras zonas más allá de los Pirineos, porque es una especie amenazada y en peligro de extinción», ha apuntado Mestre. Con un espacio tan delimitado lds cuesta reproducirse. «Este proyecto interesaba porque Ports-Maestrat está a caballo entre las poblaciones naturales del Pirineo y las poblaciones reintroducidas en la sierra de Cazorla y puede hacer de puente», ha añadido.
En mayo del año pasado, se liberaron en la Tinença de Benifassà dos pollos de quebrantahuesos criados en un centro de Guadalentín, en Jaén. Se liberaron con el método del hacking, que prevé que se les acompañe en las primeras etapas de vida, proveyéndolos comer y ayudándolos a adaptarse al medio «de manera progresiva y exitosa».
Los dos puntos de alimentación suplementaria (PAS) que se han instalado en los Ports forman parte de este objetivo. La brigada del Parc Natural dels Ports ha construido dos habitáculos de observación, y mantienen los puntos de alimentación donde, una vez por semana, se encargan de dejar unos diez kilos de piezas de carne y de huesos procedentes de mataderos locales. Es un apoyo a la dieta de estos buitres que empiezan a habituarse al entorno. En la parte valenciana y aragonesa de los Ports hay habilidades siete PAS más.
También en la Tinença de Benifassà, el noviembre pasado, se liberaron dos ejemplares adultos no reproductores, capturados en el Pirineo aragonés. A los pocos días, uno de ellos volvió a los Pirineos pero el otro se mantiene en la zona. Los técnicos hacen un seguimiento geolocalizado. Está previsto que esta primavera se liberen más ejemplares en el Tinença de Benifassà, serán tanto pollos criados en cautividad como adultos no reproductores.