El Ayuntamiento de la Sénia interviene la gestión de la piscina municipal para reabrirla antes de dos meses

El pleno del Ayuntamiento de la Sénia acordó este miércoles intervenir temporalmente la gestión de la piscina municipal para poder reabrirla y seguir prestando el servicio dentro de uno o dos meses. La medida, que se tomó por unanimidad de los once concejales presentes, llega después de que el concesionario Lleuregest Serveis Esportius cerrara al público las instalaciones el pasado 11 de febrero por desacuerdos «de carácter grave» con el gobierno municipal. Por su parte, el Ayuntamiento aduce infracciones graves en la gestión para asumir el control del equipamiento. Ahora, y mientras los abogados del consistorio negocian la resolución del contrato, los técnicos revisarán el estado actual de las instalaciones –donde se habían detectado previamente algunas deficiencias- y se contratará personal para poder garantizar el servicio público en breve a los cerca de 400 abonados que lo utilizaban.

«Cuando se produce una cosa grave como el cierre, el Ayuntamiento puede intervenir la gestión para ofrecer el servicio público a la ciudadanía. Es lo que hemos hecho», argumenta el alcalde de la Sénia, Joan Moisés (Futur-La Sénia). Su idea pasa por reabrir en «un mes o dos», una vez se haya comprobado el estado del equipamiento y se puedan contratar el personal necesario –con voluntad de mantener los que trabajaba hasta ahora: cinco jornadas y media de monitores y socorristas, una persona encargada de la limpieza y una de mantenimiento. Una plantilla que se ajustaría en función de la demanda de actividades dirigidas como los cursillos.

De hecho, el alcalde considera factible asumir la gestión del equipamiento y su funcionamiento diario sin grandes sobresaltos financieros. «Son servicios que tenemos que mantener equilibrados: tenemos que ver los ingresos por cuotas y cuando se resuelva el contrato poder cuadrar costes, horas apertura. Al empezar intentaremos ajustar los horarios para ser los más precavidos posibles, pero no será un descalabro», asume.

Cree que estos primeros meses de gestión municipal podrán servir de probar para encontrar el equilibrio y estudiar si, realmente, las cuotas pueden hacer frente al grueso de los gastos. En este sentido, Moisés recuerda que en su diseño, el consistorio apostó por equipar las instalaciones con una caldera de biomasa que gasta unos 18.000 euros al año para calentar el agua, el principal gasto. «Eso es tres o cuatro veces más que otras piscinas», remarca.

Moisés cree que el debate sobre la continuidad de la gestión pública del equipamiento será objeto de debate esta próxima campaña electoral de las municipales. Su formación, Futur-La Sénia, apuesta para que sea el propio consistorio quien administre directamente el servicio público no sólo de la piscina, sino de todo el complejo deportivo municipal -incluyendo el pabellón o el gimnasio. Eso supondría descartar la posibilidad de sacar la gestión nuevamente a concurso público, después de que la primera empresa Lleuregest sólo haya acabado cumpliendo cinco de los 20 años de la concesión municipal que ganó.