Sociedad
El arte planta cara a los estigmas de las enfermedades mentales desde las calles de Amposta
El Centre d'Art Lo Pati d'Amposta y el Institut Pere Mata colaboran para romper prejuicios en el proyecto #mosmirem, con la exposición de más de 200 retratos a sus muros
Usuarios y trabajadores del centro de salud mental del Instituto Pere Mata d'Amposta. Artistas y aficionados del mundo del arte, vinculados al Centre d'Art de las Terres de l'Ebre-Lo Pati. Más 200 fotografías de todos ellos a lo grande formadas en blanco y negro se mezclan estampadas desde hace unos días en los muros y fachadas de estos dos equipamientos vecinos. El proyecto colaborativo #mosmirem quiere, de esta manera, que la ciudadanía reflexione sobre los espacios como generadores de estigmas y, en este caso concreto, contra los prejuicios que sufren los usuarios de los centros de salud mental. La idea se encuadra dentro la Proyecto Inside Out, una propuesta de arte participativo a gran escala que cuenta la participación de 260.000 personas de 129 países para romper tópicos y acercar a las personas.
Cuando Jesús Ferré, asiduo en lo Pati y vecino de la zona, saca cada día a pasear su perro, observa como numerosas personas y conductores se detienen delante de las paredes de la Fundació Pere Mata y Lo Pati para observar las fotografías. «Hace mucha gracia ver a la gente como se trata y comenta», apunta. Pero más allá de «la energía» que desprenden las miradas del fotógrafo Quim Giró, la cuestión fundamental es otra. «Es muy curioso: el hospital está más cerrado y no ves tanto a la gente. Pero vernos mezclados... y claro, no nos conocemos. Incluso, un día estuvimos con las señoras de la limpieza de Pere Mata para que me explicaran quiénes son, porque a simple vista no lo sabemos ver», relata. «Todos somos iguales, estamos muy juntos y ocupando el mismo espacio», concluye.
Comisariado conjuntamente por el artista ampostí Alfred Porres y la misma directora de Lo Pati, Aida Boix, el proyecto persigue, precisamente este objetivo. El eje central es la idea de mirarnos y es el contrario de prejuzgar: saber del otro sin conocerlo y mirar es invitar a intentar conocer el otro más que saber de él sin haber entrado en contacto. Mirarnos es invitarnos a encontrarnos entrar en contacto y a relacionarnos más allá de los prejuicios», relata a Porres. Las caras en el espacio público quieren proyectar sobre los observadores la reflexión que los lugares son espacios de subjetividad que estigmatizan las personas que los habitan.
«Diferentes, pero iguales»
La proximidad de los dos equipamientos, separados sólo por una pequeña calle entre los dos, ha permitido desplegar la idea. Así, el hecho de encontrarse a una banda o la otra de la calle supone que la sociedad asigne a las personas una etiqueta o uno otra. «El objetivo es que a la gente se lo cuestione y se plantee si hay una discriminación hacia los enfermos de Pere Mata», subraya a Boix. En este contexto, destaca el potencial inclusivo del proyecto, con la idea subyacente de «demostrar que aquí no hay enfermos o trabajadores de la Fundación, o artistas y visitantes del Centre d'Art». Un planteamiento que ha permitido incluir un mosaico de retratos personales que plasman orígenes, generaciones, procedencias y creencias muy diferentes. Al final, lo importante es que cuando miramos las fotos descontextualizadas es que todos somos personas: todos somos diferentes, pero finalmente iguales», insiste.
Guillem Blasco es muy consciente de estos estigmas y prejuicios como usuario del centro de salud mental del Instituto Pere Mata. Algunos conocidos han reconocido su cara y le han preguntado cuál era el objetivo de la exposición. «Eso es una prueba porque -mucha gente- vea que se ha equivocado, que te han mirado mal. Que antes de mirar los otros piensen bien lo que podría ser una cosa u otra. Que conozcan. Todos somos iguales», certifica. «Tú puedes sufrir una depresión o sufrir una enfermedad o discapacidad mental, pero si te ayudan, te estabilizan y llevas una vida normal», concluye.
«No se si se acabará consiguiendo el objetivo final que es romper el estigma. Pero, de entrada, invita a la reflexión. Es una obra que cuándo pasamos por la calle llama la atención y nos planteamos 'qué veo en las fotos'?. Veo personas», valora a Georgina Casanova, supervisora de enfermería a la Unitat Polivalent del Institut Pere Mata. Asegura que, como muchos compañeros y compañeras que trabajan en el centro, asumió el reto «con mucha ilusión» ante las graves consecuencias que el estigma tiene para las personas con enfermedades mentales.
Colaboración futura
Aunque no es la primera vez que Lo Pati–establecido desde finales de 2011- y el Institut Pere Mata –en marcha desde 2006- colaboran, sí que se trata del primer gran proyecto con visibilidad pública y ciudadana. Una colaboración que sus promotores y los responsables de los dos centros confían en explorar en el futuro. De momento, las imágenes se mantendrán colgadas en los muros y fachadas hasta el mes de julio. Son, concretamente, 206 de los 211 retratos disparados, en blanco y negro e imprimidas un formato de 1,20 metros de altura por 1 de anchura. Las imágenes se acabarán documentando, archivando y publicando a la web del proyecto (www.insideoutproject.net).
De hecho, #mosmirem se inscribe dentro del proyecto de arte participativo a escala global Inside Out. La idea, impulsada por el artista parisino JR –seudónimo de Jean René-, que ha conseguido hacer participar a 260.000 personas de 129 países diferentes, es exponer retratos de gran formato de miles de ciudadanos anónimos en espacios públicos con voluntad de crear conciencia, romper tópicos y acercar a las personas.