El alcalde y teniente de alcalde de la Ràpita también se abstienen de declarar en el juzgado de Amposta por el 1-O
Fiscalia les atribuye delitos de desobediencia, malversación y prevaricación
El alcalde de Sant Carles de la Ràpita (Montsià), Josep Caparrós, y el teniente de alcalde, Albert Salvadó, también se han acogido a su derecho de no declarar en su comparecencia en los juzgados de Amposta, este miércoles, por los hechos del 1-O que se investigan a petición de la Fiscalía. El Ministerio Fiscal pidió la apertura de una pieza separada para investigar si Caparrós y Salvadó han cometido delitos de desobediencia, prevaricación y malversación de fondos públicos en la celebración del referéndum en el municipio. El alcalde ha lamentado que se intente justificar «la actuación desproporcionada» de la Guardia Civil, sentándose en el banquillo de los acusados los principales representantes institucionales del pueblo.
Más de un centenar de personas se han congregado en las puertas de los juzgados de Amposta hacia las diez de la mañana, para acompañar y mostrar su apoyo al alcalde de la Ràpita, Josep Caparrós, y el teniente de alcalde, Albert Salvadó, que estaban citados por la jueza sobre las diez y media. Entre gritos de «no estáis solos» y muchos aplausos, y mostrando pancartas con lemas como «Yo acuso» y «1-O: la Ràpita no olvida», Caparrós y Salvadó han entrado al juzgado agradeciendo el calor recibido. «No nos hemos sentido nunca solos en la defensa de los derechos y las libertades», ha dicho Caparrós.
En la salida de los juzgados, sobre las once y media, el alcalde y el teniente de alcalde de la Ràpita han explicado que se han acogido a su derecho de no declarar y que «se defenderán y darán explicaciones cuando sea el mejor momento para defender sus derechos». «No hemos declarado porque aquí se atacan nuestras libertades y la democracia», ha remarcado Caparrós.El alcalde ha defendido que el 1-O los ciudadanos de la Ràpita ejercieron sus derechos democráticos que «intentaron romper» la actuación «desproporcionada e injustificada» de las fuerzas de seguridad españolas, en el caso del municipio del Montsià, de la Guardia Civil.
«Siempre he dicho que habrá un antes y un después del 1-O en el municipio, sobre todo después de la actitud y orgullo mostrado por los sancarlenses que, serenamente, tozudamente y pacíficamente, defendieron las libertades del pueblo catalán», ha señalado Caparrós. «Votar nunca puede ser un delito», ha añadido. Tanto el alcalde como el teniente de alcalde consideran que esta investigación que pesa sobre ellos, como máximos representantes públicos del municipio, «es un castigo» a la «enorme dignidad que demostró la ciudadanía». «Lo amplían al alcalde y a mí mismo como servidores públicos pero si hubo algún delito el 1-O en la Ràpita, lo cometieron aquellos que nos vinieron a visitar 'amistosamente' aquel día», ha defendido Albert Salvadó.
Caparrós considera que se está aplicando al territorio «la estrategia», trabajada desde hace meses y desde diferentes instancias, «como vemos en el juicio del Tribunal Supremo», para «justificar su actuación desproporcionada ante actuaciones pacíficas y democráticas». «No investigan a Josep y Albert, investigan al pueblo de la Ràpita y como máximos responsables institucionales, a alguien tienen que llevar al banquillo de los acusados», ha lamentado. «Lo repetiremos siempre que haga falta: la actitud del pueblo de la Ràpita fue extremadamente digna, pacífica y de firmeza, y eso nunca puede ser un delito», ha añadido.