Empieza la navegación en el Ebro con más controles contra la expansión del caracol manzana y el mejillón cebra

La temporada de navegabilidad del río Ebro se ha iniciado este jueves. Habrá más controles para evitar nuevos focos de infección de caracol manzana y para controlar la plaga del mejillón cebra, con una zona de inspección adicional en Móra la Nova, que se suma las de Tortosa y Benifallet. Se trata de comprobar que las embarcaciones que entran al río están desinfectadas correctamente y que no llevan ni larvas ni ejemplares que puedan contaminar zonas limpias del Ebro. La temporada arranca con caudales bajos y con las embarcaciones de mantenimiento del Institut pel Desenvolupament de les Comarques de l'Ebre (IDECE) preparadas para controlar la propagación de algas y para mantener limpio de macrófitos el tramo navegable.

El director del IDECE, Alfons Montserrat, ha explicado que se ha puesto a punto del canal habilitado en el tramo comprendido entre Ascó y Amposta, de unos 95 kilómetros para la navegación en el tramo final del Ebro. El IDECE se encarga del control, vigilancia, seguridad y mantenimiento de la navegación fluvial del río Ebro y ha señalizado y delimitado con 342 boyas todo el tramo.

También se han preparado los 17 embarcaderos existentes en las poblaciones ribereñas y se pondrá de nuevo en servicio la esclusa de Xerta, que estará abierta todos los días, desde las diez de la mañana hasta las siete de la tarde, para que los barcos puedan superar el azud, una vez hechos los controles pertinentes que certifiquen que no están contaminados por el caracol manzana o el mejillón acebrado.

El IDECE vuelve a establecer «un riguroso protocolo» para evitar la propagación de estas plagas que castigan el delta del Ebro y el río. Con respecto al caracol manzana y después de algunos sustos, como un pequeño foco detectado en Miravet el año 2017, se revisan de manera exhaustiva y diaria las embarcaciones. Si se observa alguna anomalía, se informa en los organismos pertinentes para que tomen medidas. Existe, un contacto constante con la Confederació Hidrogràfica de l'Ebre (CHE) y el Departament d'Agricultura.

Todas las embarcaciones que acceden al río se comprueban. Eso se hace en los embarcaderos de Tortosa y Benifallet y, esta temporada, como novedad, también se hará en el embarcadero de Móra la Nova, llamando antes al teléfono 673 10 20 97.

Con respecto al mejillón acebrado, Montserrat ha insistido en que todas las embarcaciones tienen la obligación de hacer la correspondiente desinfección y para facilitarlo el IDECE dispone de un equipamiento móvil que se traslada a los embarcaderos para hacer la revisión. Por último, el Institut ebrenc y el Consorci de Polítiques Ambientals de les Terres de l'Ebre (COPATE) colaboran con los tratamientos contra las larvas de la mosca negra.

También se habilita un servicio permanente para atender cualquier tipo de emergencia o para prevenir accidentes fluviales y se da apoyo logístico a las embarcaciones, en motor o sin. Se trata de tareas de vigilancia y control que solicitan a las empresas turísticas que operan en el río, especialmente cuando trabajan con grupos numerosos de piragüistas. Durante la campaña, entre Ascó y Amposta, operan en torno a 2900 barcos fluviales a motor y cerca de 20.000 piraguas. Los técnicos disponen de tres embarcaciones rápidas para hacer el mantenimiento, la vigilancia y el control de todo el tramo de navegación.

Además de estas embarcaciones rápidas que realizan los controles diarios, el IDECE dispone de otra embarcación de reserva, una embarcación de corte y retirada de macrófitos de grandes dimensiones para toda la zona del río y una embarcación pequeña para la ribera del Ebro. También hay dos remolcadores para transportar material pesado y dos pontones de carga, un embarcadero móvil para emergencias o actos festivos -a disposición de los ayuntamiento o club náuticos que lo soliciten-, un vehículo con maquinaria de desinfección para las revisiones del mejillón acebrado, y un equipo de batimetría.