Economía
Ribera d'Ebre 2030 defiende la compatibilidad de un futuro industrial, turístico y agrícola para la comarca
El manifiesto da apoyo en el vertedero de Riba-roja y pide una «industrialización preferente» para la Ribera norte
El Col·lectiu Ribera d'Ebre 2030, integrado por cargos electos de la comarca, ha hecho público un comunicado para defender la compatibilidad de un futuro industrial con el desarrollo de otros sectores como el turismo o la agricultura. En el texto se da apoyo al depósito de residuos industriales no peligrosos y en el centro de valorización que se construye en Riba-roja d'Ebre, se pide a la Generalitat que defina como «industrialización preferente» los ejes Ascó-Flix-Riba-roja y Móra d'Ebre-Móra la Nova-Tivissa, y exige al gobierno español un plan de inversiones para fomentar y captar «economía productiva» antes de que cierren las centrales nucleares. También se propone la creación de una IGP (Indicación Geográfica Protegida) para la cereza y el melocotón que se produce en la comarca y que se incluyan todos los pueblos en la Reserva de la Bioesfera.
Representantes electos de Tivissa, Ginestar, Garcia, Móra la Nova, Ascó, Riba-roja d'Ebre y Flix han querido «dar un paso adelante» para romper con lo que consideran un «intento de dar una visión uniformizada» sobre lo que quiere la comarca para su futuro. «Hay muchas maneras de pensar. No hay un consenso unánime sobre el modelo económico de la Ribera d'Ebre. El consenso existía pero algunos lo han olvidado», ha denunciado el alcalde de Tivissa, Jordi Jardí, en referencia al acuerdo tomado por unanimidad del Consell Comarcal el año 2011.
El manifiesto de Col·lectiu insiste en la compatibilidad en impulsar un sector industrial que tome el relevo a la química de Flix, y sobre todo a las nucleares, a la hora de crear empleo, con otros modelos turísticos y agroalimentarios que también pueden funcionar en la Ribera d'Ebre. Jardí ha puesto diferentes ejemplos, como el caso de la empresa Cerima Cherry, el parque natural de Sebes de Flix, o el parque temático de Portaventura.
«No nos queremos casar con el curterminisme para mantener una situación de confort personal en la acción pública o por intereses electoralistas y partidistas», ha asegurado. Para Jardín, el posicionamiento de alcaldes y representantes comarcales contra el vertedero de Riba-roja «nada tiene que ver con el futuro desarrollo de la Ribera d'Ebre». El colectivo advierte que la comarca tiene que encontrar soluciones al despoblamiento que sufre y tiene que estar preparada para el cierre de las centrales nucleares Ascó y también, más tarde, de Vandellòs. Si no tomamos decisiones y determinaciones, quedaremos en una situación muy compleja en remontar. No vayamos en contra de nadie, estamos a favor de la creación de actividad económica, sin excluir a nadie ni a ningún sector», ha insistido.
«Creemos que tenemos que dar un paso responsable para decir que no somos la gente del No, no queremos ser corresponsables de esta política excluyente. El No a todo no nos ha llevado nunca nada en nuestra comarca y tampoco comulgamos con el llamado 'fatalismo ebrense'. No todo lo justifican los daños que vienen de fuera», ha defendido al alcalde de Tivissa. «Queremos ser garantes de la seguridad jurídica de las empresas que vengan a contratar gente de nuestra casa. Porque hoy, mañana y el otro se les diga que sí y que no dependa de calendarios electorales ni de caprichos personales», ha sentenciado Jardí.