Candidato de Convergents al Congreso
«Somos un partido catalanista que se hará grande por la añoranza de CDC»
Santiago Campos encabeza la candidatura de Convergents por Tarragona a las elecciones generales
Santiago Campos, quien fue alcalde de Mora d'Ebre durante 16 años (1987-2003), encabeza la lista de Convergents –el partido fundado por el exconseller de Justicia Germà Gordó- por la circunscripción de Tarragona a las elecciones generales. Campos, quien fue también presidente del Consejo Comarcal de la Ribera de Ebro y el primer presidente del Instituto de Desarrollo de las Terres de l'Ebre, dice que Convergents quiere devolver el espíritu de la antigua CDC al electorado que, según la formación, ha quedado huérfano.
—¿Qué espacio político ocupa Convergents?
—Cambiar el nombre de CDC fue un error. Cuando Germà Gordó me habló de Convergents fue un nombre que me gustó mucho, porque es un nombre amado por todo el mundo, tuvo mayorías en el Parlamento, tuvo 17 representantes al Congreso y hasta un 70 por ciento de alcaldías por toda Cataluña. La antigua Convergencia se añora y no lo ha sustituido a nadie. Convergents es un partido catalanista que se hará grande como consecuencia de la añoranza de la antigua Convergencia. Pretendemos ser los renovadores de la antigua Convergencia: somos catalanistas, nacionalistas, soberanistas, pero somos de los que no queremos estirar la cuerda. Si se estira mucho, se rompe. Apostamos por el sentimiento nacionalista, pero con juicio y tocando de pies en el suelo.
—¿Y eso, cómo se consigue?
—No es fácil. La cuerda se ha roto y tengo tres compañeros, que no han sido nunca violentos, que están en la prisión. Querría que salieran ya. Como catalanes, nos tenemos que sentir heridos, maltratados, tanto por el Partido Popular como por parte de Ciudadanos y, por descontado, por Vox, porque nos amenazan con la aplicación del artículo 155 y con perder nuestra lengua y nuestra autonomía. Queremos ser aquel partido que, con juicio y diálogo, consiga más de lo que se ha conseguido, que ha sido una república de sólo unos minutos que no ha tenido el apoyo|soporte de nadie pero sí consecuencias que estamos pagando muy duramente.
—El diálogo se tendría que establecer con estos partidos.
—Los gobiernos españoles han sido una fábrica de independentistas. Mariano Rajoy lo ha sido mucho, Pedro Sánchez intenta serlo menos, y Albert Rivera no sabe ni en dónde está. Dice ser catalán, pero es un catalán de pan mojado con aceite. Queremos hacer reaccionar a la gente, que digan «aquí están los nuestros» y que lo que se produzca en Cataluña se quede aquí. Si tenemos que ayudar en otros pueblos de España, se ayudará.
—¿Cómo valora la oferta de partidos políticos catalanistas actual?
—Lo que no entiendo es que ERC se haya quedado ahora como un partido conservador dialogante y que el PDeCAT se haya radicalizado. Cuando se cambia tanto de opinión, no se es creíble. Nosotros queremos ser creíbles y ser los que fuimos; recoger el fruto de aquello que ya está sembrado. Respeto lo que sucedió durante la jornada de votación del 1 de octubreperquè fue un gran triunfo de la soberanía catalana, pero ni los gobiernos ni los partidos catalanes han sabido sacar provecho. Nos tenemos que poner en una situación dialogante, sin renunciar a nada. Lo queremos todo, pero con mesura.
—¿Qué posibilidades tienen de conseguir representación?
—Todavía estamos naciendo, somos como un bebé. Tengo muy claro que, dentro de cuatro o cinco años, se notará mucho la huella de Convergents. Espero ver desaparecido todo lo que hay a estas alturas y que Cataluña tenga todo lo que necesita.
—¿La candidatura la conforman exmiembros de CDC?
—Somos todos exmiembros de Convergencia y presentaremos una cuarentena de listas municipales.
—¿Cuáles son las propuestas que llevan a su programa?
—Mantenernos y aumentar el motor de Cataluña. Porque Cataluña es el motor de España. Si siempre nos habían admirado como catalanes, ahora lo tendrían que hacer mucho más porque hemos aguantado lo inaguantable. Por lo tanto, apostamos por el juicio y el sentido común. Cataluña tiene que aumentar su riqueza en beneficio de sus habitantes. Cataluña será el motor y, si conviene, ayudaremos a los otros. Para nosotros, la parte social y las pymes son muy importantes. Tenemos que conseguir que los jóvenes no se tengan que marchar de sus pueblos.
—Como vecino de la Ribera de Ebro, ¿Convergents presta especial atención a las Terres de l'Ebre?
—Se tiene que mejorar la red vial y ferroviaria en nuestras comarcas, algo importante ante la posibilidad de una emergencia nuclear. En la Ribera d'Ebre hemos pagado un precio muy alto al tener dos centrales nucleares. Pero los planes de emergencia nuclear no existen. Se tiene que pedir en el Gobierno que exija a las nucleares que inviertan en emergencia nuclear. El sur de Cataluña es más rico que el norte, pero está muy maltratado.