Sucesos
Muere un hombre de 63 años al caer accidentalmente al canal de la derecha del Ebro en Amposta
La corriente lo ha arrastrado dos kilómetros río abajo, desde el puente de Piedra hasta el
Camí de Lligallo de Cambra
Un hombre de 63 años ha muerto este sábado por la mañana al caer accidentalmente al canal de la derecha del río Ebro, en Amposta. Por causas que se desconocen, hacia las 9 de la mañana el hombre se ha precipitado al agua cuando andaba|caminaba a la altura del puente de Pedra y la corriente la ha acarreado un kilómetro y medio canal abajo, hasta la zona del
Camí de Lligallo de Cambra. Tres agentes de la policía local de Amposta han buscado a la víctima y uno de ellos se ha lanzado al canal para rescatar al hombre, pero los servicios médicos no han podido hacer nada para reanimarlo a su llegada. Las fuentes policiales consultadas descartan el suicidio y aseguran que la muerte es accidental.
Según han explicado los agentes que han participado en el operativo de rescate, una testigo|testimonio ha visto cómo el perro que acompañaba a la víctima se quedaba ladrando cerca del canal y habría deducido que su propietario se habría caído. El cuerpo ha sido localizado a medio kilómetro de este punto, cuando era arrastrado por el agua y flotando panza abajo. Posteriormente, los agentes se han quitado la ropa uno de ellos se ha tirado en el agua. Con la ayuda de los otros dos y a pesar del fuerte corriente, lo han podido sacar del canal, a un kilómetro y medio, aproximadamente, aguas abajo del punto del accidente.
Ya fuera del agua, han comprobado que el hombre no tenía constantes vitales y presentaba signos de ahogo. El médico de la ambulancia medicalizada ha certificado la defunción. En el lugar de los hechos se han desplazado también, aparte de los servicios médicos, efectivos de los Mossos d'Esquadra y de los bomberos.
La víctima, de 63 años, salía habitualmente a pasear por la zona donde habría sufrido el accidente. Según la policía local, tenía epilepsia, trastorno que le había provocado caídas en anteriores ocasiones. Por esta razón, la familia le había pedido que se pusiera un casco cada vez que salía. En esta ocasión, sin embargo, se ha precipitado al canal y se ha ahogado.
El hombre no sabía nadar y su cuerpo ha sido arrastrado con gran fuerza por la corriente: de hecho, ha recorrido|recurrido el tramo de cerca 1,5 kilómetros entre el punto de la caída y el de rescate en sólo en unos quince minutos. «Ha sido todo bastante rápido», ha lamentado uno de los agentes que ha participado en el rescate.