Junts per Tortosa toma el reto de retener el gobierno en la nueva etapa post-Bel

Tortosa decidirá en el próximos comicios municipales si avala el proyecto continuista pero renovado de la actual alcaldesa, Meritxell Roigé, después de que relevara, hace poco más de un año, Ferran Bel a la alcaldía de Tortosa. La candidata de Junts per Tortosa hará valer la acción de gobierno de los últimos tres mandatos, de la cual es corresponsable, y se enfrenta al reto de mantenerse al frente del gobierno municipal. Con un consistorio tradicionalmente polarizado – con una única e histórica mayoría absoluta conseguida por Bel el año 2011-, Junts y ERC vuelven a mirar de reojo la posible reedición del pacto del mandato que acaba pero Movem Tortosa, que en estos comicios se presenta en una amplia coalición de izquierdas, instan a los republicanos y el PSC a concretar el pacto de izquierdas que saltó por los aires, hace cuatro años, con el acuerdo CiU-ERC.

Hace cuatro años CiU perdía en Tortosa una mayoría absoluta histórica de 12 concejales, conseguida en el 2011, que lo empujaba a volver a seducir ERC, con quien ya había gobernado en el 2007 cuando un gobierno en solitario quedó muy cerca. En el 2015, los republicanos se comieron un buen trozo del tenedor convergente y pasaba de 2 a 4 concejales, mientras que CiU perdía 4. En aquel momento, con 4 concejales para Movem Tortosa -la coalición ciudadana creada desde el marco político de Iniciativa que doblaba sus resultados-, un PSC resistiendo con 3 concejales, y el salto adelante de ERC, se intentó recuperar el pacto de izquierdas con qué el exalcalde y actual subdelegado del gobierno español en Tarragona, Joan Sabaté, gobernó la ciudad en la era pre-Bel.

A pesar de ofrecer la alcaldía a los republicanos, ERC optó, primero, por mantenerse en la oposición con «un acuerdo de estabilidad» para garantizar la gobernabilidad de CiU pero, un año después de las elecciones, entró en el gobierno municipal, asegurando una mayoría estable de 12 concejales, y con un Plan de Acción Municipal de más de 424 acciones, que ya se había empezado a desplegar. Movem y PSC acusaron los republicanos de ser la «muleta de los convergentes» y de haber imposibilitado la oportunidad de dar un giro a las políticas municipales de Tortosa.

El mandato que acaba ha estado marcado por tres momentos determinantes: la consulta popular sobre el futuro del monumento franquista del Ebro, la inauguración del complejo deportivo -un proyecto con muchos obstáculos que se arrastraba de mandatos anteriores-, y la renuncia de Bel a la alcaldía, con el relevo de Meritxell Roigé que se convertía en la primera alcaldesa de la historia de la ciudad.

La alcaldesa encaraba un corto pero intenso periodo de 15 meses para culminar una larga acción de gobierno de doce años, donde ha estado la indispensable mano derecha del omnipresente alcalde Ferran Bel, a la vez que ha empezado a regenerar y liderar en solitario un continuista proyecto que tiene que culminar el trabajo hecho en la recuperación del casco antiguo -con el reto de la rehabilitación y la promoción del parque de vivienda-, o la recuperación de los terrenos de Renfe con los cuales, todas las candidaturas, proyectan un revulsivo cambio en el centro comercial de la ciudad.

Las candidaturas

Roigé ha renovado casi al completo su equipo. En los primeros lugares sólo repiten la alcaldesa y dos de los concejales actuales, Domingo Tomàs y Dolors Queralt, y ha incluido muchos nombres independientes de los sectores sociales, deportivos, económicos y culturales de la ciudad. Destaca la incorporación en el segundo y tercero lugar de Fernando Saporta y Mònica Ripoll y se estrenan también detrás de Tomàs, Cinta Espuny, Sisco Pepió, Ximo Martorell y Víctor Ferrando. El trabajo «infatigable» de Roigé es uno de los principales valores de la candidatura de Junts per Tortosa.

ERC ha rehecho casi desde el principio su equipo. Con un nuevo cabeza de lista, el abogado Xavier Faura, los republicanos también quieren hacer valer el trabajo hecho desde el gobierno municipal, sobre todo en el ámbito social y turístico y tendrían al alcance pactos a derecha e izquierda del cartapacio si validan los buenos resultados electorales que han conseguido en Tortosa en las últimas elecciones catalanas y españolas. La concejala de Servicios Sociales en este mandato, Maria Jesús Viña, es la número 2 y acompañan a Faura y Viña los miembros de la plataforma Tortosa Sí, Josep Rima, Pilar Caballé, Pau Galiana, y Mar Lleixà, directora de los servicios territoriales de Salut en las Terres de l'Ebre. La lista está formada mitad por hombres y mitad por mujeres.

Por otra parte, Movem Tortosa, con Jordi Jordan de nuevo al frente, posiciona como la fuerza del «cambio» en Tortosa después de 12 años de gobiernos convergentes, dejando claro que rehúsan un pacto con Junts per Tortosa, a quién quieren fuera del gobierno municipal, y señalando que no se venderán a cualquier postor, en alusión a ERC y también al PSC que se dejan amar por Roigé. Jordan mantiene el tándem con Francesc Vallespí, pero incorpora al frente de la lista a Sònia Rupérez, Jaume Bel o Marga Abelló, provenientes de mundo de la economía, la arquitectura y el derecho.

Enric Roig sigue capitaneando el partido socialista de Tortosa por tercer mandato pero con un nuevo equipo que combina «talento joven y experiencia vital». Roig se sostiene de nuevo en el tridente con Dolors Bel y Manel de la Vega al frente de la candidatura. Ecaterina Staicu, Estefania Valdés o Àngel Piñol son algunos de los nuevos miembros que encabezan la lista socialista. Después de situarse como segunda fuerza en la ciudad en las elecciones generales, el PSC busca revalidar el aumento de votos del 28-A para ser determinantes en la gobernabilidad tortosina.

Por lo que hace a la CUP, la formación quiere seguir siendo «la oposición crítica», de la derecha y también de la izquierda en el Ayuntamiento de Tortosa, una fiscalización que a pesar de muchos tropiezos personales ha llevado a cabo el concejal Xavier Rodríguez. Lo hará acompañado de un equipo que han calificado de «gente valiente» y ya ha adelantado que no acabará el mandato si recoge de nuevo el acta de regidor, «para demostrar» que no quiere hacer «carrera profesional» de la actividad política. Detrás de Rodríguez y con expectativas de aumentar su representación al consistorio se presentan Andrea Sànchez, Sergi Arnau o Selene Alberich.

También se renueva por completo el PP de Tortosa que tiene nuevo cabeza de lista. Toño Vallès toma el relevo a Xavier Dalmau con el objetivo de rehacer el partido y «cambiar la dinámica» que lo ha llevado a perder miles de votos en una ciudad donde había llegado a gobernar. Mantener su espacio electoral en la ciudad, después de dos mandatos con un único concejal, dependerá de cómo los populares aguantan el embate de Ciudadanos en su tenedor de electores, sobre todo si se tienen en cuenta los resultados en Tortosa de las dos formaciones en los últimos comicios –con un 8% de los votos para la formación naranja y un 4% para los populares.

Los partidos que no tienen actualmente representación y que aspiran a entrar al Ayuntamiento de Tortosa son Ciudadanos y Primàries Catalunya, que busca prestado parte del voto independentista de Junts per Tortosa y ERC. Núria Menasanch encabeza la lista de Primàries-Tortosa per la República, y Miquel Àngel Albacar es el alcaldable de Ciudadanos.

Proyectos claves de pasado y futuro

Tortosa ha alcanzado y arrancado este mandato algunas de las grandes actuaciones del proyecto convergente. Uno de ellos es la urbanización de la plaza de la Catedral, donde ya se trabaja para que la museización de los restos arqueológicos que se ha encontrado y el nuevo espacio público que cambiará la fachada fluvial de la ciudad estén acabados en verano. También se han inaugurado las nuevas piscinas municipales y se termina la segunda fase del complejo deportivo con las pistas de pádel y la zona de bienestar que se abrirán al público la semana que viene. En el ámbito deportivo, Tortosa será también este verano la sede de los CSIT Word Sport Games, que se harán del 2 al 7 de julio, con la colaboración de otros municipios ebrenses que harán de subsedes. De momento, ya se han batido récords de inscripción con 3.000 atletas a competición de 35 países diferentes.

La consulta sobre el futuro del monumento franquista del río Ebro ha sido uno de los polémicos capítulos del mandato. Todavía con Ferran Bel al frente del Ayuntamiento, los tortosinos dieron apoyo a la reinterpretación del monolito, con un 68% de los votos a favor de esta opción y una participación de casi el 30%. En el mandato que empieza en breve, el desenlace del monumento estará en manos de la futura ley de memoria Histórica que elabora el Parlament.

La rehabilitación del centro histórico es uno de los retos endémicos de Tortosa. A pesar del trabajo hecho con una gran renovación del espacio público y los edificios administrativos del Gobierno y de los Juzgados, los partidos enfocan ahora la acción al casco antiguo en la rehabilitación de vivienda, incentivando sobre todo al propietario privado para corregir la degradación de algunos edificios y después de nuevos episodios recientes de hundimientos. También se apuesta por la recuperación de los Murallas, la transformación del antiguo colegio de Sant Josep, donde se quiere hacer un polideportivo, y la rehabilitación del balneario del Porcar. Con respecto a la urbanización de calles y plazas todavía queda trabajo en hacer sobre todo en el barrio del Castell.

Otro de los revulsivos urbanísticos será la recuperación de los antiguos terrenos de Renfe, que dividen el centro comercial tortosino. El Ayuntamiento hace sólo unos meses que ha anunciado la renegociación del convenio de cesión por parte de Adif con el compromiso de reducir el precio que costará adquirir los solares. Los programas de los candidatos tortosinos apuestan sobre todo por crear una nueva zona comercial que ayude a revitalizar el sector en la ciudad, otros también optan por combinarlo con zonas verdes que conecten con el parque Teodor González, el pulmón verde de Tortosa, y la antigua vía del tren y el puente Roig. Tortosa también será en el próximo mandato Capital de la Cultura Catalana en el 2021, año qué que su fiesta mayúscula, el Renaixement, cumplirá 25 años.