Judicial
Piden 14 años de prisión por intentar matar a un hombre a tiros en la Ràpita
El procesado disparó fortuitamente a su expareja, que también está acusada de tentativa de homicidio
Un hombre se enfrenta a catorce años de prisión y su expareja a ocho años por intentar matar a tiros a un amigo de ella en Sant Carles de la Ràpita (Montsià). Los hechos se remontan al 13 de diciembre del 2017. Según el escrito de acusación del fiscal, a primera hora de la tarde los dos hombres discutieron en la vía pública y el acusado golpeó la mano de la víctima con una bola de hierro con mango y atada a una cuerda. Hacia las cinco de la tarde, el acusado y la expareja fueron a buscar a la víctima en el bar donde trabajaba «de común acuerdo y con la intención de ocasionarle la muerte», según el fiscal. El caso llegará a juicio en los próximos meses en la Audiencia de Tarragona.
Cuando entraron en el bar Punxa’m pinxo de la calle Sant Isidre de la Ràpita, el procesado, de nacionalidad española y 51 años, sacó un arma de fuego del calibre 7,65 mm y disparó un primer tiro dirigido al tronco del hombre, de origen africano y de 48 años. La bala, sin embargo, impactó en la parte alta de la puerta del baño. Acto seguido los tres quedaron situados en el interior de un pequeño lavabo. El acusado disparó un segundo tiro dirigido a la cabeza de la víctima, pero este bajó la cabeza y la bala le impactó en el omóplato.
Entonces la víctima empujó a la acusada, de 34 años y también de origen africano, que se cayó hacia atrás contra el acusado rompiendo una puerta interior del lavabo. El procesado disparó un tercer tiro dirigido a la víctima, que evitó el impacto al cogerle la mano. Este movimiento hizo que el proyectil impactara en la pierna derecha de la mujer y contra el marco de la puerta del baño.
En aquel momento, la víctima se pudo librar de los dos acusados y salió a la calle. El acusado apretó el gatillo por cuarta vez apuntando hacia la espalda de la víctima, pero el tiro no se disparó por un error en el arma. Finalmente, el acusado volvió a entrar en el bar y, después de hablar brevemente con la expareja, huyó mientras la mujer se quedaba en el interior del establecimiento herida encima de una mesa.
Los Mossos d'Esquadra se hicieron cargo de la investigación y, después de comprobar la secuencia registrada por las cámaras de seguridad, arrestaron a la mujer como cómplice de un homicidio en grado de tentativa. Sin embargo, tanto ella como la víctima ingresaron en el hospital Verge de la Cinta. Al día siguiente, el procesado se personó al cuartel de la Guardia Civil de la Ràpita para entregarse a la policía.
Durante el registro en el domicilio del hombre, los Mossos intervinieron más de 200 cartuchos, unas esposas, una credencial de la Guardia Civil falsificada y 171 armas blancas entre navajas y machetes. El individuo no tenía permiso de armas. La jueza de Amposta decretó prisión provisional comunicada y sin fianza para el hombre y la mujer.
La fiscalía pide para el hombre ocho años de prisión por un delito de homicidio en grado de tentativa; cuatro años de prisión por un delito de lesiones; dos años de prisión por tenencia ilícita de armas, y 1.080 euros de multa por un delito leve de lesiones. La mujer se enfrenta a ocho años de prisión por tentativa de homicidio.
Además, la fiscalía solicita que indemnicen a la víctima de forma conjunta y solidaria con casi 6.000 euros por las lesiones, los días de hospitalización y de baja, y las secuelas derivadas de la herida por arma de fuego. El ministerio público también quiere que el hombre indemnice a la expareja con la cantidad que determine la prueba pericial por el tiro que recibió en la pierna.