El proyecto Art Teràpia acerca los gongs y la música electrónica a los pacientes del hospital Verge de la Cinta de Tortosa

Arte contemporáneo y música electrónica con sonidos extraídos de cuencos tibetanos, gongs o monocordis. Pacientes y familiares del hospital Verge de la Cinta de Tortosa han participado este sábado de la acción sonora 'Vibracions (Im)possibles', organizada por el proyecto Art Teràpia de Lo Pati - Centre d’Art Terres de l’Ebre-, conjuntamente con los miembros de las Jornadas Musicales en la Ermita de la Pietat de Ulldecona. La iniciativa es una propuesta experimental que explora las posibilidades terapéuticas de la música, como la relajación, y que quiere mejorar la estancia de los pacientes. Asimismo, también acerca el arte a aquellas personas que no se pueden desplazar a un centro de arte contemporáneo por el hecho de estar hospitalizados.

Relajarse, desconectar, crear una energía positiva y hacer que las largas horas de estancia en el centro hospitalario sean menos pesadas. Este ha sido el objetivo de dúo IOMA y de SHOEG, el músico tortosino Carlos Martorell, durante la propuesta sonora y terapéutica hecha este sábado por la mañana en el vestíbulo de la tercera planta del hospital Verge de la Cinta de Tortosa.

Los músicos han combinado las frecuencias y las vibraciones sonoras de los cuencos tibetanos, gongs y monocordis con los micrófonos y sensores de Martorell, con los cuales se han creado capas de sonidos vaporosos sintetizados a través de la manipulación electrónica. Según Manel Magrinyà, miembro de IOMA, su música ayuda a llegar a puntos de relajación profunda que conectan a las personas con los estados de calma y bienestar.

De hecho, Ramón Valls, uno de los pacientes que ha asistido a la sesión terapéutica y que sufrió un accidente de tráfico hace tres semanas, ha asegurado que ha sido «fabuloso». «No había visto nunca una cosa parecida, con los ojos cerrados me iba adelante y atrás con la silla de ruedas, tenía una sensación de volar y sentía el agua del mar», ha dicho emocionado.

Para Agustí Vericat, director artístico de las Jornades Musicals en la Ermita de la Pietat de Ulldecona, con el concierto han interactuado dos mundos muy diferentes a la hora de entender la música, el de la relajación y el más vanguardista. «No es una terapia estándar, sino una pequeña experimentación dentro de este mundo que puede desembocar en caminos más inexplorados», ha subrayado Vericat. Por su parte, la directora del hospital, Maria José Rallo, ha señalado los beneficios de este tipo de terapias, dado que ha explicado que permite a los pacientes desconectarse del día a día del hospital y de las enfermedades.

Es la primera vez que Lo Pati – Centre d'Art Terres de l'Ebre -, de Amposta y los organizadores de las Jornades Musicals en la Ermita de la Pietat de Ulldecona trabajan conjuntamente en el ámbito sanitario, aunque ya han impulsado otras propuestas en el territorio, sobre todo en la vertiente de los talleres de formación vinculados con la música. De cara el próximo año, no descartan volver a impulsar este proyecto en el centro hospitalario tortosino.