El jurado popular declara no culpable al acusado de matar a un hombre en Bot el año 2002
El veredicto dice que no hay pruebas ni testigos que hayan incriminado al procesado en el crimen
El jurado popular ha declarado Oleg Makrusin no culpable de la muerte de Alexandre Drianyc el año 2002 en Bot, en la Terra Alta. Por seis votos a tres, los miembros del tribunal han justificado la decisión por la falta de pruebas y la ausencia de testigos durante la vista oral que hayan corroborado que Makrusin estranguló a la víctima con una cuerda enrollada en el cuello y atada a una barra que se hacía girar. Sin embargo, el jurado popular sí que ha considerado probado que el procesado apaleó a la víctima y quemó su vehículo. Con este veredicto el fiscal ha pedido tres años de prisión por un delito de lesiones y dos por un delito de daños por incendio, aunque ha admitido que concurriría la absolución por prescripción.
El jueves pasado la fiscalía ya retiró la acusación para uno de los dos crímenes ocurridos en Bot (Terra Alta) el año 2002 durante el juicio que se ha hecho en la Audiencia de Tarragona. En el turno de conclusiones definitivas, el ministerio público tan sólo mantuvo la petición de 22 años de prisión para el acusado, Oleg Makrusin, en relación a la muerte de Alexandre Drianyc.
Inicialmente, el procesado se enfrentaba a 20 años más de prisión por el crimen de otro individuo, Igor Antonievich. En el 2011 el procesado esquivó el juicio en que se condenó Andrej Martjanov a 34 años y medio de prisión por la muerte de los dos hombres y Egidijus Grizas a nueve años y medio como cómplice en uno de los crímenes.
Según el veredicto del jurado popular, el condenado Martjanov y el procesado golpearon a la víctima, Alexandre Drianyc, con gran intensidad y de forma reiterada en el interior de una vivienda de la calle de Horta, en Bot, y le fracturaron catorce costillas y el cúbito del brazo derecho. Sin embargo, no ha considerado probado que fuera el acusado quien le clavó una cuchillada en el hombro y quien le cortó el tercer dedo de la mano izquierda cuando todavía estaba vivo.
El jurado ha considerado probado que la víctima murió por asfixia después de que la estrangularan con una cuerda enrollada en el cuello y ligada a una barra que se hizo girar una decena a veces, pero ha insistido en que no hay pruebas ni testigos que incriminen al procesado. Tampoco han considerado probado que el acusado tirara el cadáver en un barranco próximo a la carretera TV-3031, en el mismo municipio de Bot.
Por el contrario, y dando credibilidad a la declaración de una testigo, por siete votos a dos el jurado ha concluido que el procesado quemó el vehículo de la víctima entre unos cañaverales situados cerca del río Ebro, cerca de Tortosa. El cuerpo lo encontraron unos operarios de carreteras el 15 de mayo del 2002, casi medio año después del crimen, en estado momificado.
El fiscal se aferra a dos delitos
Después de que el magistrado haya disuelto al jurado popular, el fiscal ha manifestado su discrepancia con el objeto del veredicto. Sin embargo, y ciñéndose a los resultados de la deliberación, el ministerio fiscal ha pedido tres años de prisión por un supuesto delito de lesiones y dos años por un delito de daños por incendio, así como una indemnización de un máximo de 45.000 euros. A pesar de eso, el fiscal ha admitido que concurriría la absolución por prescripción de los delitos, que es de un plazo de cinco años.
Por su parte, la defensa ha insistido en que si la autoría de la muerte no se ha podido probar hay que absolver al procesado. En caso de que se lo condene por alguno de los dos delitos interesados por la fiscalía, sin embargo, el abogado ha pedido que se tenga en cuenta el atenuante de dilaciones indebidas por los retrasos que ha sufrido la causa.
Detenido el año pasado en Valencia
Makrusin fue encarcelado el 19 de enero del 2002 a raíz del hallazgo del primer cadáver, pero quedó en libertad el 30 de diciembre del 2003. Después, la justicia le perdió la pista. Sobre él pesaban dos órdenes de detención e ingreso en la prisión dictadas por la Audiencia de Tarragona en el 2006 y por un juzgado de instrucción en el 2009. Finalmente, el 26 de enero del año pasado la policía española lo detuvo en la ciudad de Valencia. Según la policía, Makrusin se había casado y había cambiado legalmente su apellido por Kazakaitis, un hecho que había dificultado su identificación.
Relaciones con el narcotráfico y con la mafia rusa
En el 2011, la Audiencia de Tarragona condenó a Martjanov a 34 años y medio de prisión por la muerte de los dos hombres y Egidijus Grizas a nueve años y medio como cómplice del segundo crimen. Durante el juicio, Marjanov explicó que se había establecido el 2001 en Bot con quien entonces era su pareja, una mujer que tenía relaciones con la mafia rusa y el narcotráfico. La pareja, Makrusin y los dos muertos vivían juntos en un inmueble de Bot. Los dos hombres juzgados y condenados negaron las acusaciones y la vista tampoco permitió aclarar el móvil de los crímenes.