El proyecto de ampliación del vertedero de Tivissa prevé cuadruplicar la superficie del actual
La promotora presenta en el Departament de Territori el documento inicial estratégico, el primero de los cuatro trámites que tiene que superar el proyecto para su aprobación
El Departament de Territori i Sostenibilitat tiene ya sobre la mesa el trámite inicial para ampliar del vertedero de Tivissa hasta casi cuatro veces su superficie actual. La empresa promotora,Gestió i Recuperació de Terrenys, SA., ha presentado ante la Generalitat la solicitud de inicio con el borrador del pan o programa y el documento inicial estratégico. Según aduce, la modificación puntual del plan urbanístico municipal de octubre de 2017 le permite ejecutar esta ampliación con el argumento que no existen vertederos en un radio de 150 kilómetros y el actual agotará su vida útil antes de cinco años. De acuerdo con el documento presentado por la empresa, las instalaciones del el vertedero ampliado abarcarían 690.000 metros cuadrados en la partida de Magrells, incluyendo los terrenos recuperados del antiguo depósito comarcal clausurado.
Las principales actuaciones para materializar el proyecto se centrarían en la habilitación de nuevos vasos de vertido para residuos de clase II, de origen industrial, comercial o urbano, que no tienen consideración de especiales ni peligrosos, provenientes de la planta de valorización anexa o del exterior. El documento prevé acondicionar tres nuevas zonas de disposición de residuos, en el sur y en el sureste de las actuales instalaciones, así como una cuarta en los terrenos que ocupan el antiguo depósito clausurado –de 151.865 metros cuadrados-, que se acabaría saneando y vaciando con esta finalidad. Eso supondría ampliar la actual superficie destinada en vasos de disposición de residuos de los 138.375 metros cuadrados actuales –con una capacidad total de 4.095.000 metros cúbicos en fues fases- a los 530.000 metros cuadrados previstos. Casi cuatro veces más.
Adicionalmente, se construirían nuevas infraestructuras de servicio, como tres balsas de lixiviados en la zona ampliada. En el actual complejo, se ampliará la actual balsa para duplicar la capacidad y también la planta que los trata. También se construiría una nueva balsa de aguas semilimpias y una de limpia. Se construirá una nueva nave de unos 5.000 metros cuadrados para estacionar la maquinaria y se habilitará el espacio para ubicar una nueva estación transformadora de abastecimiento eléctrico en media tensión. Esta área de infraestructuras tendrá 60.000 metros cuadrados en total.
El documento presentado por la promotora reserva 68.911 metros cuadrados a un área de protección de paisaje y un espacio donde no se permiten construcciones de 30.197 metros cuadrados. Aparte de las actuales instalaciones de valorización y disposición de residuos que gestiona el mismo promotor, se incluyen zonas de extracción y depósito de arcillas en el sur del complejo actual, los terrenos del antiguo depósito comarcal y fincas agrícolas adyacentes.
Para disponer del total visto bueno administrativo, y una vez haya superado esta fase incial, el órgano ambiental tendrá que someter a consultas durante un mes el proyecto y emitir un documento de alcance. Posteriormente, una vez finalice la redacción del plan o programa se tiene que poner a información pública durante un mínimo de 45 días así como consultar las administraciones públicas y afectadas y el público interesado. Antes de aprobarse el plan o programa, el promotor tendrá que presentar ante|delante de el Departament de Territori el expediente de evaluación estratégica completo, que lo podrá aprobar emitiendo la declaración ambiental estratégica o tumbándolo y cerrando el procedimiento.
En funcionamiento desde 2004 –recibió el permiso la autorización el año 2002, posteriormente renovada en el 2012- y ampliado a raíz de un permiso concedido a final de 2009, la construcción y puesta en marcha del macrovertedero que tenía que permitir depositar residuos de clase II –no peligrosos- procedentes de toda Cataluña levantó una fuerte contestación popular a la comarca. Ayuntamientos, vecinos y entidades de la comarca temían que las instalaciones se acabaran convirtiendo en un punto de referencia para el vertido de residuos urbanos de toda Cataluña.
Ahora, el inicio de los trámites para su ampliación llega, además, en el contexto de un nuevo polémico proyecto en la comarca: el inicio de las obras de otro vertedero, en este caso, de residuos industriales no peligrosos en Riba-roja d'Ebre. De momento, según reconocen alcaldes consultados por la ACN, que han recibido la información a través del Consell Comarcal de la Ribera d'Ebre, como propietario de parte de los terrenos afectados, la tramitación se encuentra todavía en sus estadios iniciales. Confían, en este sentido, en que podrán presentar a tiempo las alegaciones correspondientes para frustrar la ampliación.