Los afectados por el incendio de la Ribera d'Ebre empiezan a detallar los daños y desperfectos

Los afectados por el incendio de la Ribera d'Ebre han empezado hacer balance de los daños que les ha ocasionado el fuego. Los ayuntamientos necesitan inventariar todos los desperfectos para llegar a la reunión del sábado con las administraciones con la relación exacta de todos los perjuicios del incendio. Un ejemplo es el Ayuntamiento de Flix que ha puesto, a disposición de todo el mundo, un formulario específico sobre daños en cultivos, edificios, maquinaria e instalaciones de riego. Para aquellas afectaciones que requieran reparaciones urgentes también se pide que se documente con fotografías. Lo recogen en las oficinas municipales desde este lunes, en horario de mañana pero también de tarde.

Cómo ha explicado la regidora de Flix, Norma Pujol, este lunes ha empezado «el trabajo post-emergencia»que arranca con la recopilación de «la información precisa del alcance del incendio», en palabras del alcaldede Flix, FrancescBarbero. «Es un trabajo duro de acoger a todos los vecinos y vecinas con desperfectos en masías, cultivos, y hemos habilitado una instancia específica para esta ocasión», ha explicado Pujol. Con 4.000 hectáreas quemadas en su término municipal son muchos los daños y la prioridad que se han marcado son los ganaderos y campesinos. «Posteriormente ya haremos la valoración de lo que entorno natural», ha apuntado.

Durante la mañana una treintena de personas ya han recogido el formulario y la mayoría se lo ha llevado para llenarlo desde casa puesto que requiere información muy específica de los cultivos, edificios o maquinaria dañados.

Este ha sido el caso de la María Rosa Piñol. Piñol ha perdido casi la mayoría de plantación de olivos y almendros y también dos puntas de bosque de una finca que tiene en Flix, de más de 10 hectáreas. Reside en Vilanova i la Geltrú pero este lunes se ha acercado a ver en qué estado había quedado su propiedad. «Está todo el almacén de las herramientas quemado, no queda nada dentro. La casa y la piscina, supongo que echaron agua, y se ha salvado», ha celebrado.

«A ver si con esto –la petición de ayudas- nos ayudan como mínimo a sacar la leña de la montaña, que es lo más pesado». Lo ha dicho con el formulario en la mano pero reconociendo que no tiene mucha confianza en la respuesta de las administraciones. «El resto lo arreglaremos nosotros, cortaremos los olivos y esperaremos a que vuelvan a crecer», ha explicado. Trabajaban la finca de manera no profesionales, para hacer aceite de casa e incluso se habían construir un molino para prensar las olivas. No confía que lleguen grandes ayudas de las administraciones.

Emocionada, con lágrimas en los ojos, agradece que no hayan habido daños personales. «Fue duro y escalofriante y aun suerte que no nos cogió allí y no cogió a nadie, que con la extensión que se ha quemado parece incluso extraño», ha apuntado.