La FCAC estima en un millar las hectáreas de olivo y almendro afectadas por el incendio de la Ribera d'Ebre

La Federació de Cooperatives Agràries de Catalunya (FCAC) estima que el incendio que afectó a las comarcas de Ribera d'Ebre, Garrigues y Segrià quemó un millar de hectáreas de cultivos, unas 800 de olivo y el resto de almendro. La entidad calcula que siete cooperativas federadas sufrirán una reducción de la producción de hasta el 45%, con pérdidas superiores a los 4 millones de euros en la cosecha de los próximos tres años. El sector reclama a la Administración medidas de apoyo para hacer frente a los costes de replantación y a daños plurienales en cultivos ubicados a zonas con alto riesgo de abandono de la actividad. Representantes de la FCAC se reúnen esta tarde con la consellera de Agricultura, Teresa Jordà, para evaluar los daños del incendio.

Según la FCAC, el incendio ha afectado unos 300 socios productores de las cooperativas agrícolas de la Palma d'Ebre, la Torre de l'Espanyol, Bovera i la Granadella, Camp Foment Maialenc, Fruits Secs les Garrigues y Unió Fruits.

La entidad prevé que la reducción de la producción se sitúe entre el 10 y el 45% de la actual cosecha –según los municipios-, y que los daños tengan continuidad las próximas campañas, hasta que los árboles vuelvan a recuperar el potencial productivo.

La FCAC calcula que, este año, la pérdida de producción puede ser superior a los 2 millones de kilos de oliva y la disminución de ingresos se podría situar en torno a los 1,5 millones de euros esta campaña y superar los cuatro millones en los próximos tres años, sin contabilizar los costes derivados de material estropeado, instalaciones de riego y replantación.

El responsable de aceite de oliva de la FCAC, Antoni Galceran, reclama la aprobación de líneas de ayuda para proceder a la replantación de cultivos, reposición de infraestructuras y maquinaria estropeada. También pide el establecimiento de medidas fiscales y líneas de acompañamiento para las cooperativas que hayan visto afectadas las producciones de sus socios de manera significativa con el fin de evitar «que se vea comprometida su viabilidad».

En este sentido, la FCAC avisa de la importancia de una «correcta gestión» del territorio con el objetivo de evitar el abandono del sector agrario ya que, como se ha puesto de manifiesto, «los campos de cultivo en producción actúan como cortafuegos y reducen el impacto de un incendio», según Galceran.

La FCAC también subraya que la fruta seca y en especial la almendra de secano «es un cultivo que se sitúa en zonas marginales y con menor aptitud agronómica» y recuerda que «la desaparición de ayudas directas al sector ya ha comportado el abandono de 5.500 hectáreas en los últimos ocho años a causa de la baja rentabilidad agraria».