Salud mental
Amposta refuerza la atención a personas con problemas de salud mental
El municipio cuenta con dos pisos de apoyo que permiten potenciar la autonomía personal y favorecer la integración de los enfermos
Amposta dispone de dos pisos de apoyo para personas con problemas de salud mental operativos desde principios de este mes de julio. Son concretamente seis plazas –ampliables a ocho– que gestiona la Fundación Pere Mata y están concertadas por el Departamento de Trabajo, Asuntos Sociales y Familias. Estas viviendas, integradas en comunidades de propietarios como los otros residentes, permiten a las personas enfermas potenciar su autonomía personal y social, favoreciendo su integración en la vida comunitaria, con la supervisión diaria y soporte de un equipo profesional. Su puesta en marcha supone ampliar el número de recursos de este tipo a las Terres de l'Ebre en quince plazas -nueve de las cuales, en Tortosa-.
De momento, son dos los usuarios que han inaugurado estos pisos de apoyo, aunque la idea es llegar a los ocho previstos próximamente. «Fomentamos la autonomía de la persona y hacemos que la inserción a la comunidad sea lo más normalizado posible», ha indicado Lucía Martínez responsable de la red de pisos de soporte de la Fundació Pere Mata. Así, ha precisado, las personas enfermas trabajan el día a día en la vivienda, fomentando hábitos, como la alimentación saludable, supervisión de la medicación o la inclusión en recursos diurnos como centros de día o clubs sociales para que puedan hacer actividades y no pasen todo el día en el piso.
Personal de atención directa, monitores auxiliares de domicilio, acuden los 365 días del año para ayudarlos en estas tareas. La idea es que puedan ocuparlo temporalmente para facilitar la integración –estableciéndose por ellas mismas o en sus domicilios habituales– así como permitir la rotación de las plazas y la entrada de nuevos usuarios.
De forma paralela, y vinculada a la puesta en marcha de estos pisos, la Fundació Pere Mata ha puesto en marcha a su Unidad Polivalente en Amposta un piso-escuela que, en buena medida, sirve también de puente para las personas enfermas para que puedan acceder a estas viviendas. Está en funcionamiento desde principios de mayo y cuenta con media docena de usuarios. Según la directora médica del centro, Cristina Vila, este equipamiento permite ayudar a darles «la capacidad para que puedan vivir de forma independiente», aprovechando todos los recursos y bajo la atención de los terapeutas del hospital.
Ayudar de forma completa
«Hasta ahora, no podíamos dar de forma completa toda la ayuda para abordar su recuperación y funcionalidad», apunta a Vila. Únicamente se programaban talleres concretos, como de cocina, para trabajar en esta línea. Este piso-escuela cambia la perspectiva en este sentido porque permite también preparar a las personas enfermas, no sólo para poder acceder a los pisos de apoyo, sino también para establecerse en un domicilio propio o volver al familiar, teniendo en cuenta, que, en muchos casos, dejan de tener el apoyo de las familias, porque se hacen mayores, y se ven vertidos a vivir solos. «Trabajamos los hábitos cotidianos y mejoramos su calidad de vida», ha resumido. En las Terres de l'Ebre, según ha precisado, hay unas 2.000 personas que sufren trastornos mentales graves o complejos a las cuales se dirige este servicio. La gran asignatura pendiente, sin embargo, según reconoce el gerente de la Fundació a Pere Mata, Enric Cardús, es su integración laboral en el territorio, todavía muy baja.
La directora de los servicios territoriales del Departamento, Rosanna Fatsini, ha subrayado, por su parte, que la puesta en marcha de los pisos permite «equilibrar» los recursos de salud mental que se ofrecen en las Terres de l'Ebre con el resto de territorios del país. Fatsini apuesta por fomentar recursos más inclusivos y poder dar las soluciones adecuadas según las necesidades e intereses de cada usuario.