Amposta vuelve a acoger a los mejores músicos internacionales de cámara en el DeltaChamber Music

Este fin de semana se celebra en Amposta, en el Montsià, la cuarta edición del DeltaChamber Music Festival, el ciertamente ebrense que reúne a los mejores músicos internacionales de cámara. El festival ha estado calentando motores durante toda la semana con diferentes propuestas artísticas, una transversalidad que lo caracteriza desde la cual los ebrenses Laura Ruiz y Pau Rodríguez lo crearon hace cuatro años. Alimentar al individuo desde todas las disciplinas ha sido un lema que se viste con diferentes temáticas cada edición, este año «el exótico». «Queremos reflejar que es ser no aceptado, que es ser diferente y como se trata la migración», ha explicado Ruiz. Las entradas para los tres grandes conciertos de este fin de semana casi se han agotado.

El tercer concurso internacional de Música de Cambra que promueve el festival abrió el martes los actos del festival. El jueves se hizo una previa con el concierto de los ganadores de la edición anterior, el cuarteto de saxos Kebyart Ensemble. Este año los elegidos han sido los barceloneses Atenea, un cuarteto de cuerda con músicos muy jóvenes formados en el Esmuc. Aunque la música de cámara es una disciplina musical minoritaria y compleja, el nivel del concurso es altísimo. «La música de cámara sigue siendo una realidad que no tiene la misma popularidad que tiene el intérprete de un instrumento. Hay muchos clarinetistas o saxofonistas pero encontrar grupos de cámara formados tiene más dificultad», ha recordado a la codirectora del DeltaChamber, Laura Ruiz.

Durante la semana se han desplegado las actividades complementarias del DeltaChamber Musical Festival Arts. ha habido clases magistrales y talleres abiertos a la ciudadanía, artes marciales o sesiones de coach creativo a partir de las emociones artísticas. «Se importante que cada noche pase alguna cosa de que nos abra el bienestar y nos ocupemos tanto del cuerpo como del alma», ha apuntado a Ruiz. También durante los conciertos de este fin de semana, el público será incentivado a estimular todos sus sentidos, desde el visual con la muestra de arquitectura efímera creada para vestir el espacio de los conciertos o el sensitivo, con las tapas exóticas que se pueden degustar después de las actuaciones.

El aforo para disfrutarlos es limitado, de 200 personas por representación. En esta cuarta edición se han vendido las casi 600 entradas disponibles. «Es un festival que no existía y al crearlo es recibido con los brazos abiertos y el público nos dice que para encontrar la calidad que ofrecemos tendrían que viajar muy lejos. Estamos muy orgullosos de ver que también vamos convenciendo nuevos públicos, de que no son sólo expertos. Ofrecemos piezas cortas y muy frescas que entiende todo el mundo y para todos los públicos», ha destacado a la codirectora.

La emisora Catalunya Música ha emitido el concierto inaugural de este viernes, seleccionado dentro del Summer Festivals de la Unión Europea de Radiodifusión (UER). «Es un sello de calidad porque, para escogernos, se reúnen las emisoras europeas en Ginebra y entre muchas propuestas han escogido la nuestra», ha celebrado. «Que Amposta esté en el mundo de la música de cámara gracias a la calidad del festival nos hace muy felices», ha añadido. Para mantener la esencia kilómetro cero, el DeltaChamber Music Festival incorpora también este año la adaptación de una de las obras del compositor ampostí, Adolf Ventas, en el año del centenario de su nacimiento.