Los alcaldes contrarios al vertedero de Riba-roja se sienten engañados y decepcionados por el Govern

Los alcaldes contrarios al vertedero de Riba-roja d'Ebre han recibido con malestar las palabras del conseller Damià Calvet que, en una entrevista a la ACN, descarta poder detener la construcción del depósito. El alcalde de la Torre de l'Espanyol, Joan Juncà, ha explicado que se sienten decepcionados y engañados y consideran que todo el trabajo hecho conjuntamente con el Departament ha sido una pérdida de tiempo. Desde el Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre, el concejal de Promoción Económica y Medio Ambiente, Lluís Busom, ha defendido que con el depósito casi terminado es el momento de «restituir» la imagen del pueblo y la Ribera d'Ebre que se ha visto degradada por las campañas en contra del vertedero.

«Nos dijeron que si el 17 de julio no se vertían residuos, el depósito se detenía y ahora ya sólo se trata de demostrar voluntades. Ahora dicen que adelante», lamenta Juncà. Decepcionados por las últimas declaraciones del conseller, el alcalde de la Torre de l'Espanyol ha recordado el compromiso que había asumido Calvet, y las palabras del propio presidente de la Generalitat, Quim Torra, en sede parlamentaria. «Con lo qué hemos trabajado, las reuniones que hemos hecho que al final acabe como si nada, no nos habrían tenido que hacer perder el tiempo», ha criticado.

«Desde las elecciones municipales ya no ha habido más ímputs positivos y se ha confirmado aquello que sospechábamos. Totalmente descontentos de este gobierno», ha sentenciado Juncà. «Tuvimos un final de mandato diabólico y nos lo habríamos podido ahorrar. Al final se acaba con unos ayuntamientos pequeños con un contencioso administrativo contra una gran empresa y todos sus bufetes de abogados», ha apuntado. Juncà ha recordado que la Generalitat tenía la opción de pagar indemnizaciones a la empresa por los derechos adquiridos y pedirle que reubicara el vertedero pero augura que si ganan el contencioso, el Govern acabará pagando a la promotora del depósito mucho más dinero de los que habrían podido negociar para sacarlo de la Ribera d'Ebre, donde ha generado una fuerte oposición.

Justamente, las consecuencias de las campañas políticas y sociales contra el depósito es lo que el Ayuntamiento de Riba-roja d'Ebre pide ahora reparar. «Sabíamos que era viable y así lo han demostrado los hechos, y ahora toca acabar los detalles de construcción y empezar a trabajar para restituir los pequeños fuegos a nivel social que han degradado la imagen del pueblo y la comarca», ha defendido Lluís Busom, concejal de Medio Ambiente. Busom reconoce que el vertedero «no «es amado» en el resto de la Ribera d'Ebrr pero insiste en defender el proyecto «como una oportunidad de crecimiento» para el pueblo, la comarca y el país. «Tenemos que mirar adelante, trabajar en nuevos proyectos y con esta experiencia no volver a caer en declaraciones que hacen más daño que bien cuando las cosas se han hecho bien hechas, ha añadido.