La sonoridad de las piedras del camino de sirga de Amposta, protagonista de la primera residencia de Eufònic

Òscar de la Fuente acaba este miércoles la primera residencia artística en Balada del festival Eufònic. De la Fuente ha grabado la sonoridad de algunas piedras que ha seleccionado y geolocalizado en el camino de sirga entre Amposta y Deltebre, un tramo del GR 99 que conecta el Ebro con Cantabria a través del Camí de Sant Jaume. Al artista lo relevará Jordi Salvadó y Clara Brea que también harán parada con propuestas para explorar las frecuencias de las nubes y para indagar en el paisaje sonoro del Delta. El resultado de las residencias formará parte de varias instalaciones en el centro de arte Lo Pati de Amposta, el Antic Convent y el Mercat Vell de la Ràpita.

El proyecto de Óscar de la Fuente se llamaPiedras del Camino. El artista sonoro propone apropiarse temporalmente de algunas de las piedras localizadas en diferentes puntos de los 27 kilómetros del GR 99, entre Amposta y el Garxal, para ponerlas en valor como elementos naturales cargados de simbología y objetos que pueden evocar su entorno sonoro. Durante cuatro momentos del día ha grabado las sonoridades que rodean estas piedras con una grabadora y micrófonos de contacto. Los sonidos grabados se canalizarán a través de amplificadores de contacto que ha diseñado el mismo De la Fuente. El sonido líquido del mar y del río, el de las aves y los insectos, el de los coches cuando el camino se acerca a la carretera, el de las ramas que se mueven o el de los transeúntes que recorren habitualmente este camino forman parte de este paisaje sonoro que describe.

Después de la Fuente, aterrizará en la casa de Balada el también artista sonoro catalán Jordi Salvadó Isern. Su propuesta por Eufònic consiste en crear un ambiente acústico estético que acompañe a tiempo real los movimientos de las nubes. Lo hará con una cámara y varios osciladores que emitirán frecuencias sonoras en función de la intensidad del blanco de las nubes captadas por la cámara. Los osciladores, como ha explicado Salvadó, varían la frecuencia según los píxeles y el artista la manipula manualmente a tiempo real para crear una estética adecuada. También investigará si puede incorporar a la frecuencia de las nubes otras frecuencias sonoras más autóctonas como por ejemplo las de las campanas. Su instalación se podrá visitar durante el festival, del 5 al 7 de septiembre, en el Antic Convent de la Ràpita.

Finalmente, la última residencia de Balada la ocupará la compositora y artista sonora madrileña Clara Brea. Su propuesta pasa por registrar el paisaje sonoro del Delta a través de micrófonos e hidrófonos e incorporar estas sonoridades a su trabajo, en una actuación audiovisual en directo que se hará el 7 de septiembre en el Mercat Vell de la Ràpita.