Diari Més

Agricultura

La producción de uva en la Terra Alta caerá entre un 10 y un 15% con respecto al año pasado

Los sindicatos agrarios avisan de que una bajada de precios no estaría justificada en la comarca

Imagen de un trabajador tirante un cesto de uva en el remolque de un tractor el 20 de agosto de 2019.

Imagen de un trabajador tirante un cesto de uva en el remolque de un tractor el 20 de agosto de 2019.ACN

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La producción de uva en la Terra Alta será esta campaña entre un 10 y 15% inferior que el año pasado. El calor es uno de los principales motivos de esta bajada. Ha afectado de manera desigual a los diferentes municipios de la comarca pero sobre todo perjudicó variedades como la cariñena. En este contexto, Unió de Pagesos en la Terra Alta rechaza cualquier intento por rebajar el precio de la uva, como han anunciado que harán algunos de los principales compradores del país. El sindicato advierte que en la comarca no estaría justificado pagar menos a los campesinos y que «pondría en peligro la viabilidad de muchas explotaciones». La vendimia ha empezado esta semana en viñas de variedad Chardonnay en el Pinell de Brai.

La vendimia ya ha empezado en la Terra Alta. Esta semana, en la zona de la sierra de Cavalls, en el Pinell de Brai, han empezado a cortar uva Chardonnay, una de las variedades más tempranas en todo el mundo. Son fechas habituales para empezar la vendimia pero llega con unos diez días de retraso respecto del año pasado, cuando se adelantó por las condiciones climatológicas. Las altas temperaturas han estresado este año las viñas, que han madurado y arrancado el ciclo vegetativo más tarde.

La calidad del fruto será de nuevo excelente. «Cada vez el sistema de riego está más extendido en las viñas, el agricultor es más experimentado y las viñas que no se riegan, a pesar de la sequía, se han aguantado muy bien. Ayer llovió 10 o 15 litros en todos los pueblos y ayudará a hacer que aguanten hasta la vendimia», ha apuntado a Jordi Rius, secretario del Consejo Regulador de la DO Terra Alta.

Por su parte, Unió de Pagesos considera positivo que las cooperativas y las bodegas privadas mejoren la calidad de sus productos pero reclama que también se vea reflejado en los precios que recibe al productor. Si todos los indicadores económicos de la cadena vitivinícola son «positivos» y el campesinado se ha esforzado por mejorar la calidad de la uva, el sindicato denuncia que el precio en origen de la uva sea lo mismo desde hace dos décadas.

UP exige a todos los agentes implicados que actúen con responsabilidad y piden al Consejo Regulador de la DO Terra Alta que apoyen al campesinado, «que no puede asumir unos precios más bajos que los de la campaña del 2018». Desde la DO no tienen competencia para marcar precios pero han intensificado los controles para evitar «fraudes» adecuando los rendimientos por hectárea a la realidad de la vendimia de la zona de producción.

Cada campaña, por connivencia con la DO Cataluña, se aumentaban las producciones a 10.000 kilos por hectárea en las variedades negras y 12.000 kilos por hectárea en las blancas. «Se hacía de manera indiscriminada y aunque lloviera, granizara o hiciera calor. Era un flaco favor que hacíamos a los viticultores porque se incentivaba entrar uva de fuera de la comarca y que pasara igual por la tarjeta del viticultor», ha apuntado Rius.

La decisión del Consejo Regulador de mantener la limitación de la producción -a 8.000 kilos por hectárea en las variedades negras y a 10.000 kilos en variedades blancas- e intensificar los aforos a pie de viña quiere servir para «repercutir en beneficio del agricultor» y que «el valor añadido» de la uva y el producto de la Terra Alta se traduzca en mejores precios. De hecho, la media de rendimiento de las viñas en la comarca es de 6.000 kilos por hectárea y, por lo tanto, la limitación es sólo «un filtro» para evitar prácticas irregulares.

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