Deltebre rememora el pasado con la tradicional siega del arroz

Segar, batir, airear y ensacar. Las fiestas del arroz de Deltebre han exhibido un año más la tradición de los arrozales del delta del Ebre este domingo en la finca de la Bombita. Centenares de personas han participado de la retahíla de actividades organizadas por el Ayuntamiento durante todo el fin de semana. El alcalde del municipio, Lluís Soler, ha calificado de éxito las jornadas que son abiertas a todo el mundo desde hace cuatro años y ha destacado que estudiarán incorporar «nuevos conceptos» en la fiesta de cara la próxima edición.

Una treintena de segadores han demostrado su destreza y hoz en mano han entrado en el arrozal para recoger el arroz que plantaron en el mes de junio. De esta manera, han hecho una demostración de cómo se hacía antiguamente la siega y han revivido parte de la historia del delta del Ebre. «Es un sentimiento que se lleva dentro, en la sangre» ha expresado emocionado Esteve Serral, uno de los segadores de más edad y cuidador de la finca de la Bombita. Además, ha reivindicado las tareas que hace el campesinado.

El alcalde de Deltebre ha celebrado la gran afluencia de visitantes que año tras año participan de las actividades organizadas en esta fiesta. «Es un éxito total», ha dicho. Ahora, el reto, según Soler, es apostar por nuevos elementos que consoliden estas jornadas festivas. «La base será la plantación y la siega, el paseo y la artesanía, pero tenemos que buscar nuevos conceptos que puedan dar este punto de atracción natural», ha subrayado Soler.

Durante la jornada se ha organizado una representación de una seineta, paseos en barca y en carro por la finca, conciertos y bailes de jota así como una comida popular y un mercado de productos artesanales. Esta fiesta tradicional se creó el año 2001 y desde hace cuatro años es abierta a todo el mundo, dado que la finca de la Bombita fue cedida por el Ministerio de Agricultura. Antes la iniciativa era privada y tenía un aforo limitado.

En la fiesta también ha participado la delegada del gobierno español, Teresa Cunillera, a quien le han dedicado una rondalla. En su parlamento, Cunillera ha expresado su apoyo al sector agrícola y se ha comprometido a trabajar por las problemáticas del territorio, como la regresión del Delta.