El gobierno de Tortosa fragmenta la financiación para poder aprobar la ampliación del teatro auditorio

El equipo de gobierno del Ayuntamiento de Tortosa no se rinde y plantea ahora fragmentar en varias anualidades la financiación para poder aprobar y ejecutar la ampliación del teatro auditorio Felip Pedrell. El pasado martes el voto contrario de la mayoría de grupos de la oposición, excepto el PSC, que votó a favor, tumbó la modificación de crédito para pedir los 1,75 millones de euros que cuesta el crédito. Para intentar desactivar el argumento de un excesivo endeudamiento, la alcaldesa de Junts per Tortosa, Meritxell Roigé, quiere llevar al pleno, el próximo jueves, una amortización de deuda que le permita firmar, sin necesidad del voto de los grupos de la oposición, un crédito de 215.000 euros, así como replantear la obra y dividirla en dos anualidades. Roigé confía con el apoyo del resto de grupos, en los cuales reprocha haber tumbado la financiación para forzar la derrota del gobierno y visualizar su situación de minoría.

La construcción de una nueva sala para 300 personas y un formato intermedio entre los actuales espacios que componen el equipamiento es, según la alcaldesa «una obra necesaria para la ciudad». En este sentido, ha recordado que el teatro auditorio se encuentra ocupado 250 días del año y ha tenido que rechazar algunos actos o espectáculos para no disponer de un espacio con las condiciones adecuadas. «Como ciudad, no tenemos por qué esperar por el capricho de algunos votar no para generar una votación en contra del gobierno municipal», ha lamentado.

En el pleno del pasado martes, Movem Tortosa, como ERC, C's y la CUP dejaron en minoría el gobierno de Junts per Tortosa, que contó con el único apoyo –aunque insuficiente- de los tres concejales socialistas. Entre los principales argumentos, el excesivo endeudamiento que supondría una obra que, algunos, como ERC, no consideran prioritaria. También denunciaban la falta de voluntad de consenso por parte del equipo de gobierno.

Roigé vuelve ahora a la carga con un nuevo planteamiento para desactivar estos reproches. Ha anunciado que llevará al pleno una amortización «voluntaria» de deuda de 300.000 euros, gracias al remanente de tesorería acumulado del ejercicio anterior. Eso le tendría que permitir, de acuerdo con sus atribuciones como alcaldesa, suscribir un crédito de 215.000 euros para este ejercicio, sin necesidad de contar con el votos de la oposición. «Reduciremos el endeudamiento por encima de lo que nos tenemos que endeudar», ha insistido, apuntando que a finales de años planteará una nueva amortización.

La idea es poder iniciar la obra este año y continuarla el próximo. Eso, sin embargo, lo obligará también a llevar al pleno, y conseguir la mayoría suficiente, para poder aprobar la propuesta de amortización así como la periodificación plurianual del proyecto y disponer de camino libre para ejecutar la ampliación. De momento, según ha explicado Roigé, ha trasladado el planteamiento a los diferentes portavoces de los grupos municipales con una respuesta positiva. «No he escuchado ningún no al proyecto. Todos me han mostrado su voluntad de aprobarlo», ha insistido. Por el contrario, ha rechazado las acusaciones de los grupos de la oposición sobre la falta de voluntad de consenso y de información en torno al proyecto. «Nunca anteriormente había explicado tantas veces un proyecto a alguien», ha asegurado.

A pesar de todo, la alcaldesa no ha ocultado su contrariedad ante la evolución de algunos planteamientos de los grupos de la oposición. Especialmente dura se ha mostrado con ERC, de quien ha recordado que, estando en el gobierno el pasado mandato, votó a favor de destinar 72.000 euros a la redacción del proyecto en julio del pasado 2008. También ha recordado que todos los grupos, en el pleno del martes, autorizaron la modificación del planeamiento que permite recalificar el espacio necesario de zona verde en equipamientos. «Se trataba de hacernos perder una votación porque sí», ha insistido.