Sociedad
El Consejo de Col·legis de Veterinaris de Catalunya se desmarca del manifiesto de apoyo a los correbous
Su presidenta, Cori Escoda, remarca que se trata de una opinión personal de los profesionales firmantes y que la entidad no se posiciona
El Consejo de Col·legis de Veterinaris de Catalunya se ha desmarcado del comunicado de apoyo a los correbous que un grupo de 29 profesionales que hizo público la Agrupació de Penyes i Comissions Taurines de les Terres de l'Ebre. Según ha remarcado en declaraciones a ACN la presidenta de la entidad y del colegio en Tarragona, Cori Escoda, el documento únicamente expresa «la opinión personal» de estos veterinarios colegiados, pero en ningún caso representa la de la organización, que no se pronuncia en este aspecto. «Tenemos colectivos a favor y en contra. Por lo tanto, como institución nos mantenemos al margen de opiniones personales», ha subrayado Escoda. La difusión del comunicado de apoyo a la continuidad de los correbous y la supuesta vinculación orgánica con el documento había levantado las críticas de diversos colegiados que se oponen a estas prácticas.
El organismo, que integra los cuatro colegios oficiales de veterinarios de Cataluña, ha querido salir al paso de los que lo situaban al lado de los aficionados taurinos. Los firmantes son 29 de los 31 veterinarios colegiados que trabajan, de forma remunerada, en el levantamiento de las actas que se encargan de velar para «evitar el maltrato animal» y dar «un trato correcto» a los toros, de acuerdo con lo que prescribe la ley 34/2010 que regula estos actos, según recuerdan en un comunicado.
Escoda ha recordado que el papel del colegio tarraconense es, en estos casos y según prevé la misma norma, trasladar al Gobierno la propuesta de nombramiento de veterinarios habilitados para actuar como agentes de la autoridad en las fiestas tradicionales con toros. La entidad propone a los colegiados que disponen de la formación adecuada que puedan optar en este trabajo. Si cumplen los requisitos, se organiza la asignación de los actos en función de la zona que quiere cubrir cada uno de ellos y se plantea el nombramiento a la Generalitat.
En el caso de las Terres de l'Ebre, el delegado del Gobierno autoriza su nombramiento para actuar como agentes de la autoridad, como «garantes» de que se preste un trato correcto a los animales, que las condiciones en las cuales se encuentran sean las adecuadas y se pueda hacer la actuación, sobre el papel, vigilante el estado de salud de los toros además de controlar la duración máxima de los espectáculos.
El Consejo, en este sentido, se ha mostrado molesto por las declaraciones de cargos políticos como el alcalde de Amposta, Adam Tomàs, que defendió la continuidad de los correbous sobre la base de no «cuestionar» el trabajo de los profesionales asignados por el «Col·legi de Veterinaris de Catalunya» –un organismo que, formalmente, no existe como tal. Así, Tomàs argumentaba que de las actas emitidas por los veterinarios habrían arreciado que prácticamente no habrían existido casos de maltrato animales en estos actos durante los últimos nueve años.