Transporte
Renfe abandona usuarios a Sants después de suspender el último tren de la R16 de ayer sin avisar
La compañía, que garantizó la circulación de larga distancia por la misma vía, se escuda en la rotación de material
Renfe dejó abandonados este lunes a la medianoche a más de una veintena de usuarios de la línea R16, que une Barcelona con Tortosa, después de suspender sin avisar el último convoy de la jornada de que salía en dirección a las Terres de l'Ebre. Aunque empleados habían reiterado a los viajeros que, a pesar del retraso acumulado, el tren que tenía que salir tres minutos después de las nueve de la noche acabaría prestando servicio, dos horas y media después el anuncio desapareció de las pantallas de la estación de Sants sin ningún aviso por megafonía ni ningún trabajador de la compañía que diera explicaciones. El gestor del servicio de Rodalies por encargo de la Generalitat se ha disculpado y se ha escudado en problemas de rotación de material por las protestas.
Fuentes de Renfe consultadas por ACN ha señalado que los problemas circulatorios provocados por los cortes de vía durante las protestas por la sentencia del proceso y la dificultad en la «rotación de material» impidieron que el último tren del día que conecta Barcelona con las Terres de l'Ebre acabara saliendo. La compañía, que ayer por la noche se vanagloriaba en un comunicado de haber podido garantizar el servicio de trenes de larga distancia por el mismo corredor mediterráneo por donde transcurre la R16, ha explicado que optó por acortar el trayecto y prestar sólo el servicio entre Tarragona y Tortosa. En cambio, sí que cubrió el trayecto el tren de la línea R15 hasta Reus, que tenía que salir a dos cuartos y tres de nuevo pero que se acabó marchando una hora y media después.
Una decisión que, en ningún momento, se comunicó a los usuarios –incluyendo personas mayores, menores y turistas, entre otros-, que esperaron infructuosamente hasta casi a la medianoche la salida del convoy. La supresión del tren, hacia las once y media, no fue anunciada. Tampoco ningún empleado de Renfe compareció ni dio explicaciones sobre la causa o para dar posibles soluciones a los afectados. A pesar de las quejas de algunos de ellos, trabajadores de información de larga distancia se limitaron a ofrecer la posibilidad de quedarse en la estación, con el permiso de las fuerzas policiales que lo ocupaban, hasta la salida del primer tren de madrugada u optar por llegar a Vilanova i la Geltrú, alquilar un taxi y reclamar los gastos posteriormente. La mayoría se vieron obligados a buscar alojamiento en hoteles o domicilios de familiares y conocidos.
«Nos equivocamos, pero se tienen que tener en cuenta las circunstancias. Tuvimos problemas por la mañana en el aeropuerto, en paseo de Gracia y, por la tarde, en Vila-seca. Fue por el compendio de cortes de todo el día», ha defendido un portavoz de Renfe, que también ha pedido «disculpas» en nombre de la compañía y ha animado a los afectados a presentar reclamaciones.