Diari Més

Tribunales

Juzgan a puerta cerrada a los miembros de la red de abuso de menores y pornografía infantil destapada en Tortosa

La fiscalía pide más de 6.300 años de prisión para los siete acusados, uno de los cuales está declarado en rebeldía

alt
Publicado por

Creado:

Actualizado:

Este miércoles ha empezado en la Audiencia de Tarragona el juicio contra los miembros de una red que se dedicaba a abusar sexualmente de menores y grabar pornografía infantil.

La alerta de un centro de menores de Tortosa permitió destapar el grupo y detener a siete personas en el 2015, por los que la fiscalía pide 6.317 años de prisión. De estos siete, hay uno que está declarado en rebeldía y que no se ha presentado en el juicio.

Este miércoles se han debatido las cuestiones previas y a partir del próximo lunes empezarán a declarar las primeras víctimas, la mayoría de las cuales eran menores vulnerables a quienes pagaban entre diez y veinte euros a cambio de actos sexuales. La vista se alargará hasta el 29 de noviembre y el tribunal ha acordado que se haga a puerta cerrada.

En el turno de cuestiones previas, las defensas han planteado que algunos de los acusados ya han sido condenados por los mismos hechos y que habría que analizar la prescripción de los delitos, a lo cual el tribunal ha indicado que lo resolverá en la sentencia.

Además, los abogados también han hecho notar que algunos datos del auto de procesamiento no coinciden con los del escrito de fiscalía, han pedido la nulidad de un registro domiciliario y han expuesto el posible conflicto de intereses de la Generalitat, que actúa de acusación particular y, al mismo tiempo, según ellos, podría tener responsabilidades en los hechos. Los magistrados decidirán el lunes sobre estas tres cuestiones, antes de que empiece a declarar el primer grupo de testigos.

Por su parte, los seis acusados declararán en última instancia, una vez hayan comparecido ante el tribunal las decenas de agentes policiales y peritos que se han citado. Cinco de los individuos quedaron en libertad provisional bajo fianza después de pasar unos dos años en prisión, pero uno de ellos continúa recluso porque no afrontó el pago. La Audiencia ha programado trece sesiones del juicio hasta el 29 de noviembre.

Más de un centenar de víctimas identificadas

La alerta de un centro de menores tutelados de Tortosa permitió destapar el grupo y detener a siete personas en la capital del Baix Ebre, Cubelles, Xàbia, Valencia y Barakaldo.

La intervención de los Mossos d'Esquadra y la Guardia Civil permitió desmantelar la red y comprobar que habían captado a los menores en Tortosa, Barcelona, Valencia, Marruecos, Tailandia, Rumania o Vietnam, entre otros lugares.

La Operación Trinity también pudo identificar a 103 víctimas, para quien la fiscalía pide una indemnización por daños morales de hasta 55.000 euros.

En concreto, la fiscalía pide para el principal acusado, a Jean Luc A., 1.179 años de prisión; 720 años a Christian B.; 710 años para Youness N. -que está declarado en rebeldía y no se ha presentado al juicio; 1.088 años a José C.; 1.028 años para Fernando A.; 1.016 años a Martin R., y 576 años de prisión a Miguel A.

Todos ellos están acusados de 28 delitos continuados de corrupción de menores por producción y distribución de material pornográfico, 75 delitos de de corrupción de menores por producción y distribución de material pornográfico, y un delito de organización criminal.

A Jean L. se le añaden 17 delitos de abuso sexual con acceso carnal. Christian B también está acusado a un delito de abuso sexual y José C. suma también un delito de distribución de material pornográfico para el cual se han usado menores de edad.

Jean, Fernando, José y Martín habían sido condenados con anterioridad por hechos relacionados con abusos sexuales y uso de menores con finalidades pornográficas.

De acuerdo con el relato del ministerio público, el grupo se encargaba de captar menores para producir material audiovisual pornográfico de orientación homosexual. Los procesados participaban de forma directa, en muchos casos, o registrando las imágenes. Además, se remitían, compartían y distribuían entre ellos todo el material producido.

Destaca, según la fiscalía, la cantidad de material filtrado por Jean Luc y Youness desde su domicilio de Tortosa. En esta ciudad habían conseguido captar, al menos, siete menores tutelados que vivían en centros de la Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia (DGAIA), así como al menos seis más que habían pasado por algunos de estos servicios o de los cuales la Generalitat había abierto un expediente por su situación de vulnerabilidad.

Les pagaban entre cinco y 20 euros según la práctica sexual, que se registraba en los domicilios de los procesados, con medidas de vigilancia para evitar ser sorprendidos.

En estas viviendas, donde disponían de equipos de iluminación específicos, elementos para la práctica del sexo y aparatos profesionales de grabación de imagen, los acusados dirigían las actuaciones de los menores y establecían turnos. Algunos también hacían uso de utensilios fetichistas.

Captación de menores vulnerables

Jean Luc y Christian, que eran amigos anteriormente, habrían empezado a producir este material el año 2000 en un piso de Barcelona.

Entre 2002 y 2011, especialmente este último, ya con la participación de Youness, produjeron 81 episodios pornográficos utilizando a once menores. Jean creó dos sociedades para comercializar revistas y cintas de vídeo, producir, vender y distribuir audiovisuales.

La red habría utilizado la cobertura de este negocio de pornografía legal para distribuir -primero por vía postal- a clientes de confianza imágenes de sexo explícito con menores.

El año 2011, llegan a Tortosa Jean i Youness. Este último era conocedor de la situación de vulnerabilidad de muchos menores de los centros tutelares de la Generalitat y se encargaba de captarlos.

Algunos de los niños -de hasta once años en el momento de los hechos- se escaparon del centro para registrar las prácticas sexuales a cambio de dinero y el consumo de estupefacientes. La difusión de los hechos causó consternación y puso en cuestión el papel de la DGAIA en estos casos.

Si bien Tortosa se convirtió en el centro neurálgico de la red, sus actividades estaban diseminadas por varias ciudades del Estado y en el extranjero.

El mismo Youness localizaba a los menores y organizaba encuentros anuales en Marruecos, así como también en Vinaròs o Castellón.

Christian, que era productor de pornografía de menores en el ámbito internacional, habiendo actuado en países del sureste asiático y de Europa, se encargaba de las grabaciones.

En el país magrebí captaban menores y también producían las imágenes y participaban ellos mismos en los actos. Fueron en total 40 episodios entre 2002 y 2014.

Por su parte, Fernando y José, que también participaban en estos viajes, elaboraron material pedófilo, localizado posteriormente también en los cacheos policiales.

Los dos se trasladaron en el 2009 a Bucarest con el objetivo de elaborar material pornográfico con menores de edad, captando cinco en la capital rumana. El mismo José, junto con los acusados Martín y Jean Luc efectuaron esta misma práctica en Valencia, ofreciendo dinero a niños del barrio del Cabanyal para dejarse hacer fotos y, progresivamente, hacerles participar en la producción de más material. Fernando, José y Jean Luc también están implicados en la grabación de actos pornográficos con menores en Málaga.

Los cacheos policiales de mayo de 2015 permitieron intervenir más de tres millones de archivos gráficos de contenido pornográfico infantil de origen diverso, así como material profesional para la fotografía y la grabación y numerosos soportes de almacenamiento digital.

Además, los agentes localizaron fichas de castings de modelos de varios países. En un primer momento, Jean Luc, a través de sus sociedades, vendía pornografía homosexual en formato CD y DVD por vía postal. Distribuían el material en dos catálogos: uno aparentemente legal, con 2.000 títulos -se interceptaron 1.500 películas -, y otro ilegal -en los cacheos se encontraron almacenados 2.715 vídeos de pornografía infantil.

A través de este último, los clientes de confianza le hacían peticiones por escrito de porno infantil, con 146 pedidos entre 2011 y 2015, que le había supuesto unas ganancias de 14.197 euros.

Doble catálogo

Con la expansión del uso de Internet, sin embargo, la trama decidió reorientar su negocio distribuyendo el material por Internet y enriqueciéndose aprovechando el anonimato y la facilidad para publicar, editar, compartir y comercializar las imágenes, según la fiscalía.

Con Youness como responsable informático por sus conocimientos en la materia y la colaboración del resto de miembros elaborando, editando y captando menores, idearon un sistema que pusieron en marcha entre 2012 y 2013.

Disponían de 28 dominios de Internet, algunos en servicios de pago y otros en plataformas gratuitas, publicando trailers o secuencias que utilizaban como gancho publicitario. En realidad, todas las visitas a estas páginas se redirigían a tres dominios principales, con contenido de pago mediante plataformas virtuales.

El ministerio fiscal subraya el papel de Jean Luc como el "cerebro" de este entramado cibernético vinculado a su actividad empresarial, por la cual ingresó entre 2010 y 2015 unos 106.988 euros, de los cuales 95.000 tenían una procedencia no justificada o no habían sido declarados.

Christian continuaba como encargado del material gráfico publicado y la explotación de menores en el extranjero. La investigación encontró a 598 clientes de estos dominios de Internet, los cuales el año 2011 habían hecho más de 200 pedidos.

Imatge d'un dels acusats

Juzgan a puerta cerrada a los miembros de la red de abuso de menores y pornografía infantil destapada en TortosaACN

tracking