Política
Concentraciones vecinales en Móra d'Ebre para rechazar el incremento del 20% de los impuestos municipales
Unos 300 vecinos vuelven a protestar este lunes en contra de la decisión del gobierno municipal en el último pleno
Los vecinos de Móra d'Ebre están en pie de guerra después de que el gobierno municipal aprobara en el último pleno, el pasado miércoles, el incremento de los impuestos y tasas municipales en un 20% para el próximo año.
Unas 300 personas, según Radio Móra d'Ebre, se han vuelto a concentrar este lunes al mediodía delante de la casa de la villa para manifestar su protesta en contra de la decisión del equipo de gobierno de Juntos por Móra d'Ebre para «sanear» las arcas municipales.
Los vecinos organizaron una primera concentración y una recogida de firmas el jueves por la noche. Las protestas cuentan con el apoyo de los grupos municipales a la oposición, que votó en bloque en contra al pleno.
El gobierno municipal encabezado por Joan Piñol llevó al pleno de, pasado 29 de octubre un plan de saneamiento para los próximos tres años que tendría que servir para corregir el remanente de tesorería negativo con el cual se cerró las cuentas municipales de 2018.
Lo justificaron por «una cantidad importante de derechos reconocidos» derivados de impuestos como el IBI en ejercicios pasados que no se cobraron y que acabaron dejando un remanente negativo de cerca de 251.000 euros.
Delante de eso, han optado por aumentar los impuestos y tasas municipales en un 20%, especialmente el IBI, el impuesto de vehículos y las tasas de basura y agua para este próximo 2020. Justifican que se trata de una situación heredada «de anteriores mandatos», que les ha llevado a asumir amortizaciones de crédito anuales de entre 500.000 y 600.000 euros.
Señalan, particularmente, la deuda generada durante el gobierno de l'exconvergent y ahora de nuevo concejal Santiago Campos. Argumentan, además, que la presión fiscal es similar o ligeramente inferior a la de ciudades con ratios de endeudamiento importantes como Reus y Tortosa.
La oposición en bloque rechazó estos argumentos. Desde de ERC pidió que se atenuara la subida y se rebajaran los sueldos de los concejales de los gobierno, en más de dosificar las inversiones. Un argumento similar han planteado los socialistas.
FP-Amunt recordó las responsabilidades compartidas de los gobiernos anteriores y pidió gravar las grandes compañías y propietarios inmobiliarios, mientras que Campos defendió su gestión recordando que hizo «a un pueblo nuevo».
Más allá de los reproches políticos, unos 300 vecinos decidieron concentrarse en las puertas del consistorio el pasado jueves por la noche e iniciar una recogida de firmas para tumbar el incremento de impuestos.
Denuncian que muchos no pueden asumir esta subida y reprochan al gobierno municipal que haya incrementado su retribución, que según ha apuntado el PSC, supone más de 260.000 euros anuales. La impopular medida tiene que permitir el consistorio recaudar por el IBI unos 362.000 euros más, 61.2000 el alcantarillado y 97.400 por la basura.
En total, el próximo 2020 la fiscalidad permitirá ingresar el consistorio 2.170.000 euros.