Equipamientos
La CUTE aprueba la ampliación del auditorio Felip Pedrell de Tortosa
La modificación ajusta la delimitación de los espacios libres pero no altera ni la funcionalidad ni la superficie
auditorio Felip Pedrell de Tortosa, ampliación, imagen simulada
La Comissió d'Urbanisme de les Terres de l'Ebre (CUTE) ha aprobado la modificación del POUM de Tortosa para la ampliación del teatro auditorio Felip Pedrell, construido el año 1995, que quiere dar respuesta a las necesidades de aforo detectadas «con el incremento de público asistente, reciente y futuro». Tortosa ha sido escogida capital de la Cultura Catalana para el año 2021 y el equipo de gobierno proyecta esta ampliación por la que se desplaza la franja de espacios libres hacia el norte, sin alterar ni la funcionalidad, ni la superficie ni la localización en el territorio. La modificación afecta a 8.274 metros cuadrados de superficie, de los cuales 3.523 se destinarán a equipamientos y 4.751 en espacios libres.
La alcaldesa de Tortosa, Meritxell Roigé, ha destacado que la tramitación urbanística se haya completado. Aunque la oposición, excepto el grupo municipal del PSC, ha tumbado dos veces la propuesta de financiación de este proyecto, el gobierno municipal no renuncia y ha incluido una partida de 1,75 millones de euros en los presupuestos del 2020 para llevarlo a cabo. De esta manera, si se aprueban las cuentas del año que viene, la ampliación del auditorio podrá salir adelante sin pasar por el pleno porque se financiará con recursos propios.
«Es nuestro objetivo continuar con el próximo presupuesto haciendo la ejecución de la obra que entendemos que es muy necesaria para la ciudad, para dar cabida a las demandas de las escuelas, los institutos y entidades y para complementar la oferta de teatro y de las actividades culturales de la ciudad», ha defendido. La previsión es construir una tercera sala con capacidad para 300 espectadores.
Después de que en septiembre el plenario votara en contra de la plurianualidad que proponía el equipo de gobierno para la obra, se propuso fragmentar en dos anualidades su financiación con el objetivo de tumbar los argumentos contrarios de la oposición a que se negaban a «un excesivo endeudamiento». También se hicieron diferentes comisiones para dar todos los detalles del proyecto, que algunos grupos habían reclamado. Roigé propuso la amortización de 300.000 euros de la deuda con el remanente de tesorería del ejercicio pasado, para disponer de 215.000 euros para la licitación y el inicio de las obras este año pero no consiguió el apoyo de ERC, Movem, la CUP ni Ciutadans.