Los Agents Rurals refuerzan la seguridad de los estercoleros a raíz del incendio de la Ribera d'Ebre

El incendio de la Ribera d'Ebre, del cual se han cumplido seis meses, fue el primero del territorio originado por la combustión de un cúmulo de gallinaza. Mientras la instrucción judicial sobre la responsabilidad del fuego sigue en el juzgado de Falset, los Agents Rurals han hecho este verano una inspección en profundidad en la comarca ribereña para detectar carencias y reforzar la seguridad de los estercoleros a partir de las lecciones aprendidas en el incendio. La campaña para minimizar el riesgo recomienda, entre otros, no exceder las 100 toneladas de excrementos ni tampoco acumularlas más de tres meses en los depósitos temporales - como ya requiere la normativa-, así como crear franjas de seguridad de un mínimo de 25 metros si estos estercoleros están cerca de zonas con vegetación.

Mientras el juzgado de instrucción de Falset mantiene abiertas las diligencias previas sobre el incendio de la Torre de l'Espanyol, en la Ribera d'Ebre, los Agents Rurals, que ya han declarado como testigos y peritos en esta instrucción, han aprovechado estos meses para implementar algunas medidas de prevención aprendidas a raíz de aquel fuego. «Conocíamos que la fermentación de materia orgánica podía provocar incendios – hay antecedentes similares a la Comunidad Valenciana- pero nunca habíamos sufrido hacia las Terres de l'Ebre», ha apuntado Miquel Àngel Garcia, jefe de los Agents Rurals en el territorio.

La investigación del origen del fuego de la Torre de l'Espanyol concluyó que un cúmulo de gallinaza, que hacía demasiado tiempo que acumulaba materia orgánica fuera del estercolero y que estaba muy próximo a la vegetación, hizo combustión cuando se dieron las condiciones de humedad y calor idóneas. El viento se encargó de extender las llamas por la zona boscosa, a través de un barranco próximo, y se generó uno de los incendios más importantes del país, con más de 5.000 hectáreas de bosque y campos de cultivo quemados en el norte de la Ribera d'Ebre, el sur del Segrià y las Garrigues. Unos 800 propietarios resultaron afectados.

Durante los meses de verano, los Agents Rurals desplegaron en la Ribera d'Ebre una campaña de inspecciones para certificar el estado del resto de vertederos de materia orgánica, dentro y fuera de las granjas, haciendo trabajo de campo y con la ayuda técnica de drones y cámaras térmicas. En las granjas, uno de los aspectos que reduce el riesgo de incendio es que los estercoleros estén impermeabilizados con superficie plástica o de cemento. La normativa, el decreto 153/2019 sobre la fertilización del suelo y la gestión de las deyecciones ganaderas, ya lo requiere todo y que no específicamente por este motivo sino para evitar la contaminación de los suelos y aguas subterráneas por nitratos.

En cambio, existen los depósitos temporales de excrementos que muchos campesinos acumulan en los cultivos para despejarse después como abono y que son todavía «más peligrosos», como ha recordado Garcia, «porque están al campo, cerca de márgenes agrícolas y de vegetación». Entre otros, los depósitos de estiércol en el campo tienen que tener una temporalidad. No se pueden acumular más de tres meses porque de esta manera disminuye el riesgo de que se produzcan combustiones. También se limita la cantidad del cúmulo, a cien toneladas, y las distancias que hay que mantener para respetar núcleos urbanizados aislados, carreteras o cursos de aguas. Pero los Agents Rurals han recomendado también a los campesinos y ganaderos que se creen franjas de seguridad sin vegetación de 25 metros, como mínimo, para alejarlos de zonas forestales o que las bases de estos depósitos no se hagan con elementos que incrementan el riesgo de combustión, como puede ser la paja.

La inspección en la Ribera d'Ebre se ha hecho en una quincena de depósitos y se promoverá los próximos meses, primero en la Terra Alta, y también en el Baix Ebre y en el Montsià, donde también se han identificado «zonas vulnerables». «Se habla con los campesinos y se hace con una función pedagógica, de análisis de riesgo, para que se cumpla la normativa y para evitar que se vuelva a repetir lo que pasó en la Ribera d'Ebre», ha resumido la cabeza de los Agents Rurals en las Terres de l'Ebre. Desde el Departamento han agradecido la colaboración de los ganaderos y la «buena respuesta» que han tenido.