Borrasca Se Gloria
El mar inunda una tercera parte de los arrozales del hemidelta derecho del Ebro y toda la isla de Buda
La Taula de Consens en contra de la regresión quiere medidas urgentes y los alcaldes estudian pedir la zona catastrófica
Una tercera parte de los arrozales del hemidelta norte del Ebro –más de 3.000 hectáreas- se encuentran inundadas bajo el mar, como también la práctica totalidad de la isla de Buda. La llevantada «perfecta», como así lo ha calificado el vicepresidente de la Comunidad de Regantes de la Izquierda y portavoz de la Taula de Consens por el Delta, Xavi Curto, vuelve a poner en evidencia la fragilidad del espacio natural y la necesidad de medidas urgentes, según ha reclamado. La inundación de los arrozales con agua salada, recuerdan, condicionará también seriamente la próxima cosecha. Los alcaldes de la zona hablan de situación «dramática» y estudian pedir la declaración de zona catastrófica.
Todavía no se puede llegar a los puntos del Delta más afectados. Cuando eso sea posible, el número de hectáreas afectadas podría incrementar considerablemente. De momento, el agua salada ha llegado hasta tres kilómetros tierra adentro. «El mar penetra costa ningún dentro, la lluvia está acumulando agua y los únicos sistemas de drenaje que tenemos, las bombas, están paralizadas por la situación», ha relatado el mismo Curto.
La Taula por el Delta -que reúne las comunidades de regantes y los ayuntamientos de la zona- se ha reunido de urgencia para mostrar su apoyo a los municipios que más han recibido el embate de la llevantada, los de la costa del hemidelta norte y la desembocadura: la Ampolla, Deltebre y Sant Jaume d'Enveja, principalmente. Curto ha reclamado a las administraciones que «demuestren» con hechos la voluntad trabajar por el territorio y aprueben medidas urgentes para luchar contra la regresión y la subsidencia.
«Lo que vemos que puede pasar en un espacio de decenas de años –en referencia a los modelos que prevén la evolución de la costa teniendo en cuenta los efectos del cambio climático a finales de este siglo- en una noche ha pasado», ha subrayado. Más allá del problema que supone la salinización, que obligará a bombardear el agua fuera de los arrozales y lavar la tierra, preocupa la «desaparición física de la tierra». La Taula de Consens tiene previsto presentar la semana que viene la primera batería de medidas, tanto a medio, largo y corto termine, como urgentes.
La zona de la playa del Arenal, en la Ampolla, y el tramo costero comprendido entre la Marquesa y Riumar, en Deltebre, se encuentran entre las zonas con que más han sufrido el embate de las fuertes olas especialmente desde este lunes. El alcalde de Sant Jaume d'Enveja, Joan Castor Gonell, ha explicado que la práctica totalidad de la isla de Buda se encuentra negada por el agua del mar. El agua del mar se va saliendo por el río y atraviesa el brazo de Vent del Sudinundando los arrozales del otro lado con alturas que este lunes llegaban a los 50 centímetros en la carretera que comunica con la playa –momento en el cual el Ayuntamiento de Sant Jaume d'Enveja cortó el acceso.
Preocupación por Buda
«Nuestra preocupación es que cuando el mar baje la pequeña separación, la barrera estrecha entre la laguna y el mar no existirá. Ya la dejamos, con las obras de emergencia que nos ha cogido el temporal por el medio, muy debilitada con una apertura muy difícil de tapar. Buda quedará comunicada con el mar y con todo el valor ecológico que tiene, la intrusión de agua salada y no sabemos durante cuánto de tiempo nos preocupa mucho», ha argumentado Gonell, como un argumento irrefutable que hay «que «atacar» de forma urgente el problema de la regresión con medidas urgentes.
De «dramática de forma exponencial» ha calificado la situación el alcale de Deltebre, Lluís Soler, a diferencia de los anteriores temporales. «No tiene precedentes», ha asegurado. «Vivimos una situación de emergencia total. El Delta ya no está para buenas intenciones. Está para acciones contundentes y efectivas que marquen una línea en la agenda institucional catalana y española de emergencia absoluta., eso es el que los ayuntamientos Delta y los más afectados o la Taula de Consens tenemos que poner sobre la mesa de la agenda institucional», ha argumentado Soler para fundamentar su voluntad de reclamar la declaración de zona catastrófica por|para las afectaciones en el sector arrocero, acuicultores, infraestructuras municipales y actividades privadas afectadas. Una medida que estudiarán conjuntamente con los ayuntamientos de Sant Jaume d'Enveja y la Ampolla.
La lista de daños, en el municipio es gruesa y no para de ampliarse. «En la balsa de la Arena no queda playa, la carretera está desbordada por el mar. Las pasarelas de Riumar han quedado encima del agua. Bateas que han caído y están sumergidas. Arrozales invadidos por agua salada, que tantos perjuicios puede provocar para la próxima cosecha», ha concretado el alcalde de Deltebre, sumando a estos escenarios las múltiples afectaciones en caminos, viales de acceso a las playas o estaciones de bombeo, edificaciones rurales e inundaciones de viviendas. El tramo final del río se desbordada con el temporal y las bombas que podrían ayudar a drenar el agua están inutilizadas por el elevado nivel del mar. Soler también ha denunciado que desde antes de mediodía cerca de un 70% de la población se ha quedado sin suministro eléctrico.