Diari Més

Borrasca Gloria

Arrozales del delta del Ebro acumulan láminas de agua del mar de hasta 1,5 metros de profundidad

Los productores ven con desesperación cómo la 'llevantada' puede frustrar la próxima cosecha en más de 3.000 hectáreas

Afectaciones del temporal en el delta del Ebro

Las imágenes del temporal Gloria en el DeltaACN

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Los caminos agrícolas que comunican el núcleo de Deltebre y la costa del Delta son un ir y venir de coche y furgonetas de campesinos que no dejan de vigilar si el agua del mar empieza a retroceder. Los arroceros ven con desesperación cómo la 'llevantada' se lleva los arrozales más próximos a la costa y puede frustrar las próximas cosechas. Aprovechando el paro de las lluvias de este miércoles por la mañana, Jordi Margalef ha visita sus cuadros de arroz en la zona de la balsa de la Arena. Lo tenido que hacer preparado y utilizando un camino elevado. Según ha calculado, en sus arrozales se acumula una lámina de agua salada de un metro y medio. Para poder cultivar el arroz en primavera hará falta drenarla y lavar el terreno. «No creo que haya tiempo», reflexiona.

Desde que este lunes al mediodía empezó a hacerse sentir uno de los peores temporales de levante que se recuerdan en el delta del Ebro, Jordi Margalef ya ha visitado varias veces las decenas de jornales de arroz que tiene en la zona de la balsa de la Arena. Vino este pasado martes y ha volver este miércoles. Para poder comprobar el estado del terreno, totalmente inundado por el mar, se ha tenido que calzar las botas de agua y atravesar los cuadros por un camino absolutamente inundado.

El arrozal a ambos lados es, visualmente, como el mismo mar. Las olas amortiguadas pegan contra las estructuras de hormigón de las acequias paralelas al camino asfaltado. Margalef coge una barra de madera de longitud considerable y la clava hasta el fondo del arrozal. No puede medir de forma exacta la parte mojada, pero dice que, en buena parte de su propiedad, la lámina de agua salada llega al metro y medio. «Es muy bestia. Nunca había pasado», resopla, entre la rabia y la resignación.

El arrocero explica que es el panorama que desde hace décadas estaban «esperando» delante de lo que consideran la inacción de las administraciones y las medidas poco efectivas que se han desplegado sobre el terreno para evitar la regresión de la línea costera del Delta, especialmente frágil en el hemidelta norte, entre la zona de la Marquesa y la urbanización de Riumar. «Hace 40 años que estamos reclamando que la administración se ponga seriamente y nos ayude un poco. Somos propietarios cerca del mar y la llevantada ha llegado casi cinco kilómetros tierra adentro. No sabemos cómo se tiene que reparar y como se tiene que hacer», apunta.

A la pérdida física de terreno se suma la preocupación por el futuro del cultivo del arroz. Peligra la cosecha de esta próxima campaña y de las temporadas siguientes. Primero, explica Margalef, hará falta drenar toda el agua acumulada y valorar las afectaciones. «Si las estaciones de bombardeo están en condiciones, la sacaremos», apunta. Con todo, reconoce, la «producción bajará segurísimo, estamos más q convencidos». «No sabemos lo que tenemos que hacer todavía. Es demasiado reciente. De momento, membranas tubos de regadío aguantan, pero de los desagües no sabemos nada», indica. Una vez se haya podido extraer el agua habrá «que «lavar» el terreno. «Pero estamos ya en el mes de enero. Se tiene que tirar agua dulce pero tenemos 1,5 metros de salada. Se tiene que lavar durante un mes. Nos vamos en marzo. No creo que haya tiempo material para todo eso», concluye.

A más largo plazo, Margalef, como otros arroceros afectados que ha consultado ACN, tienen claro que hay que actuar de forma contundente y urgente para preservar la línea de costa actual del Delta. Creen, de hecho, que comprar terrenos para ampliar la zona de batida, como han sugerido algunos técnicos, no es solución suficiente. «¿Cuándo se coma el trozo comprado qué haremos, comprar más? He estado en Holanda y por debajo del nivel del mar cultivan flores. No creo que sea tan complicado mantener el Delta que tenemos, no ya ampliarlo. ¿Si se tiene que hacer una obra dura, de piedra, por qué no?», insiste el arrocero, todo denunciante que el dique de arena construido de urgencia entre la zona de Nen Perdut y la Bassa de l'Arena se acabó de levantar martes pasado. «Duró una semana. Si tenemos que gastar dinero así, no hay solución"» valla.

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