Memoria histórica
Justicia busca en Bot a un vecino y dos soldados desaparecidos durante la Guerra Civil
Es la 27ª fosa que se abre desde el 2017, en este caso gracias a la memoria oral de un testigo del entierro
Miquel Sanromà, su mujer embarazada de cuatro meses y sus dos hijas de 9 y 3 años fueron a trabajar a una finca de las afueras de Bot una mañana de abril de 1938. Una vez llegaron, se vieron sorprendidos por un gran tráfico de gente que huía y por las bombas del ejército nacional. Las tropas franquistas habían roto el Frente de Aragón y la población civil se había empezado a marchar de los pueblos con carros y animales para refugiarse en masías o en zonas más seguras.
Miquel escondió a las hijas y la mujer en una cueva próxima pero cuando se hizo de noche, volvió solo a Bot para ocuparse de su madre, que ya no se podía valer por ella misma. Saben que el hombre llegó a casa y pudo asistir a la madre pero no lo volvieron a ver nunca más. La familia pasó décadas sin saber de él hasta que un familiar, Mariano Lahosa Sabaté y su mujer, les explicaron que lo encontraron muerto, al lado de dos soldados difuntos, y lo enterraron en la parte posterior de la ermita de Sant Josep.
«No sabíamos si se había marchado o lo habían cojido. Unos decían que lo habían visto hasta aquí, otros en ningún sitio, y veníamos aquí al río a lavar, arrodilladas en unos guijarros y ¡mira si lo teníamos cerca!», se lamentaba Mariana Sanromà, una de las hijas del desaparecido, de 91 años, que ha presenciado la apertura de la fosa sentada en una silla. El porqué de que su primo hubiera mantenido el secreto tantos años, lo explica la represión y el miedo.
«Estas cosas eran muy delicadas. Después del entierro mi tío se lo explicó a la mujer y decidieron no decir nada. Porque si lo decían a las hijas y preguntaban por desenterrarlos, sufrían que lo cogieran preso», ha explicado el sobrino de Lahosa, Francesc Fonanet, con una foto de los tíos antigua en las manos.
Cuando el caso se trasladó a la dirección general de Memoria Democrática, se abrió una investigación y a partir de la investigación oral e histórica, se ha decidido excavar el punto. La de Bot es la vigésimaséptima fosa que se abre a través del Plan de fosas , el programa del Governque desde 2017 planifica y prioriza la apertura de fosas comunes para identificar a las víctimas.
Las excavaciones del Plan han facilitado la recuperación de los restos de 304 personas y de estas, ocho han sido identificadas con el programa de identificación genética. La consellera de Justicia, Ester Capella, que ha presenciado la apertura de la fosa en Bot, ha insistido en la importancia de este programa para que las familias puedan cerrar los lutos y recordar a sus muertos, y confía en que se puedan localizar los restos de Miquel Sanromà para que los familiares y las hijas lo puedan despedir.
Capella también ha avanzadoque desde este año hasta el 2022, el departamento de Justicia tiene previsto señalizar todos los puntos donde se han hecho las excavaciones del Plan de fosas . En Cataluña hay 517 de la Guerra Civil documentadas, con una cifra estimatoria de 20.000 personas enterradas.