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Susto en la Ampolla a raíz de una pequeña bajada de los barrancos por la reparación de la cañería del minitrasvase

El CAT ha ejecutado de forma planificada este miércoles de madrugada el revestimiento de juntas en el tramo averiado en enero

Plano general de una calle de la Ampolla inundada por la bajada de los barrancos cerca la reparación de la cañería.

Susto en l'Ampolla a raíz de|junto a una pequeña bajada de los barrancos por|para la reparación de la cañería del minitrasvaseACN

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La reparación definitiva del tramo de cañería del minitrasvase en Tarragona averiado el pasado mes de enero a la altura de la Ampolla, y que inundó varias calles de la población cerca la bajada de los barrancos, han provocado un susto entre algunos vecinos este martes por la mañana. Aunque el Consorci d'Aigües de Tarragona (CAT) asegura haber ejecutado las operaciones de forma planificada y después de avisar previamente al Ayuntamiento el jueves pasado, algunos vecinos han comprobado, con sorpresa, como por los barrancos que cruzan el núcleo urbano volvía a bajar agua. En este caso sin embargo, el volumen ha sido bastante inferior que el pasado 3 de enero, situándose entre unos cinco y diez centímetros de altura.
Según fuentes del CAT, la operación se incluye en el marco de las actuaciones de mantenimiento «habituales» y tenía como objetivo revestir las juntas del tramo afectado hace dos meses. Eso ha obligado a vaciarlo completamente, dado que los trabajos se tenían que efectuar desde el interior del tubo, vaciando en el exterior una parte del agua que quedaba en los tramos más bajos. La operación se ha llevado a cabo entre las cinco de la madrugada y las ocho de la mañana, aunque dos horas después todavía bajaba agua por alguno de los barrancos y calles.

El alcalde de la Ampolla, Francesc Arasa, ha confirmado que el consistorio recibió la comunicación previa del CAT el pasado jueves por las posibles afectaciones en los barrancos de Cap Roig, la Cervera, Borrasca y Cala Maria. Según ha puntualizado, a la policía local se le encargó de comunicar a los vecinos pero tratando de no alertarlos. Considera que las barrancadas consecutivas vividas el enero pasado por la rotura de la cañería y el paso del temporal Gloriahan contribuido a asustar a algunos vecinos y comerciantes ante una operación «controlada». «Hacía cinco o seis años que no bajaba y, ahora, en un mes ha bajado dos veces», ha cerrado.

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