Juicio en la Audiencia Nacional
Josep Maria Estela declara que el 1-O «la mediación permitió cerrar centros»
Lo’entonces ninguno de la región de Terres de l’Ebre declara que los cuerpos estatales actuaran por su cuenta creó «desconcierto y dificultades»
Los jefes regionales de los Mossos d'Esquadra creen que el 1-O el principal problema que tuvo la actuación policial fue la falta de coordinación entre los tres cuerpos. Aunque hasta la misma mañana estaba previsto que Policía Nacional y Guardia Civil actuaran a requerimiento de los Mossos, ya a primera hora los cuerpos estatales empezaron a actuar por su cuenta, cosa que causó desconcierto, dificultades, estrés y caos en los mandos de la policía catalana. En todo caso, todos han sostenido durante el juicio en la Audiencia Nacional contra el mayor Trapero que no hicieron seguimientos a los cuerpos estatales y que hicieron el que pudieron con los pocos equipos de ARRO que tenían.
El entonces jefe de la región policial de Terres de l’Ebre, Josep Maria Estela, cree que la «ruptura» la mañana del 1-O del dispositivo conjunto de los cuerpos de seguridad provocó «deficiencias» en la actuación policial. El ahora comisario dijo que la situación obligó al cuerpo a hacer cambios en la actuación prevista con el «reagrupamiento» de agentes al ver que no podían contar con Policía Nacional y Guardia Civil y relató «momentos difíciles». A pesar de eso, dijo que pudieron cerrar 24 centros con «insistencia» y «mediación». En este sentido, dijo que le «sorprendió» la intervención de los cuerpos estatales e insistió en que el auto de la magistrada del TSJC hablaba de una actuación «conjunta» el día del referéndum.
A preguntas de la defensa de Trapero, el mando de los Mossos explicó que a la reunión del 29 de septiembre en el complejo de Egara, el mayor les pidió «esfuerzo» «También habló de rigor, profesionalidad y disciplina», dijo. En este sentido, detalló que el comisario Ferran López también los habló de «cambio de escenario» con el auto de la magistrada del TSJC Mercedes Armas. «Dijo que a partir de ahora se interpelaba a los tres cuerpos policial para actuar el 1-O», argumentó durante su declaración como testigo en la Audiencia Nacional. Estela afirmó también que el sistema de binomios y la coordinación con el Cecor central para pedir apoyo de orden público es «habitual» dentro del cuerpo. En este sentido, explicó que el pasado mes de octubre, ya como jefe de la región policial del Campde Tarragona, a raíz de los disturbios postsentencia actuaron «igual». El comisario dijo que hasta las 6 de la mañana del 1 de octubre él creía que los tres cuerpos actuarían de forma coordinada. De hecho, explicó que, incluso, en el Cecor regional tenía sillas preparadas para Guardia Civil y Policía Nacional y que le «sorprendió» la intervención individualizada a primera hora. «Pregunté al Cecor central qué pasaba», precisó. En este sentido, dijo que la situación los obligó a actuar con los efectivos que tenían y que eso provocó «momentos difíciles». A pesar de eso, aseguraba que consiguieron cerrar 24 centros de votación –algunos con ayuda del ARRO– con «insistencia y mediación». También que tuvieron que «reagrupar» patrullas porque con los equipos de orden público que tenían no era suficiente para cerrar algunos centros con un gran volumen de gente.
«Con dos equipos no podíamos empezar una batalla, que habríamos perdido y que habría acabado muy mal», dijo. A preguntas del fiscal, aseguró también que esta «rotura» del dispositivo conjunto provocó «deficiencias» en la actuación el día del referéndum. Por otra parte, el mando también negó durante la declaración ayer que hubiera ninguna orden para incumplir el mandato judicial, las pautas de actuación o que se instara a hacer seguimientos de los otros cuerpos policiales.