Agricultura
El Govern plantea usar los buses escolares para trasladar temporeros a la campaña de fruta dulce en la Ribera d'Ebre
Las necesidades de mano de obra están garantizadas en el Ebro para empezar la campaña a finales de abril
A diferencia de la zona de poniente, la mano de obra en la Ribera d'Ebre está garantizada. Las empresas han hecho «los llamamientos pertinentes» y, «por tradición», muchos jornaleros que trabajan en el sector de los cítricos se desplazan cuando acaba la cosecha de la naranja a hacer la campaña de la fruta dulce. Excepto algunos temporeros que venían de Chile y de la Europa del Este, el resto se reincorporarán en la cosecha este año. También se prevé que aumente el número de trabajadores del territorio, que puedan estar desocupados por el estado de alarma o sin previsiones de poder reincorporarse a sus sectores, como podría ser el turístico.
En la Ribera d'Ebre la peonada se mueve en un horquilla de entre 1.200 y 1.700 trabajadores, dependen de la intensidad de la recolecta, que se hace entre abril y septiembre. La mitad, aproximadamente, se trasladan diariamente de sus sitios de origen.
Pescado garantizado
Por otra parte, después de unas primeras semanas de incertidumbre y dificultades, Grau ha asegurado que el abastecimiento de pescado de proximidad está garantizado en las Terres de l'Ebre. Las cofradías pueden trabajar y tomar decisiones con autonomía y con la caída los precios y las dificultades por cumplir los requerimientos de seguridad para evitar contagios de covid encima de las barcas, muchas embarcaciones dejaron de salir a pescar. Finalmente, se ha garantizado que haya al menos una lonja abierta por cofradía y un mínimo de dos puntos de desembarque. También los precios se han estabilizado y favorece que los pescadores salgan al mar.
Otras medidas de emergencia
El director de los servicios territoriales de Agricultura en el Ebre, Ferran Grau, ha recordado que los plazos para presentar la DUse han alargado, se siguen emitiendo permisos telemáticos para poder quemar restos vegetales, sobre todo de olivo y viña, y se estudia cómo contrarrestar los daños que pueda generar el paro de la caza, sobre todo con respecto a conejos y estorninos – en el caso de los cerezos. «Se prepara una nueva regulación en el ámbito de país para que en caso de que haya daños considerables se desplacen los Agentes Rurales para cuantificarlos, se comunique al departamento de cinegética y se dará permiso para que pueda actuar directamente el cuerpo de Rurales», ha explicado Grau.
Finalmente, con respecto a las ganaderías de bueyes bravos, Agricultura también trabaja para abastecer de alimentación los animales y que los ganaderos no se tengan que ver asomados a sacrificar las vacas bravas, al perder buena parte de sus ingresos por la suspensión de los cortejos populares taurinos.