Turismo
Los barcos turísticos vuelven a navegar por el Ebro después de tres meses de inactividad por el coronavirus
El sector es optimista ante la llegada de turistas, a pesar de las pocas reservas
«Empezamos a trabajar con optimismo, sabemos que es un fin de semana que hay muy poca movilidad y es normal que haya poca gente. Tampoco hemos tenido claro hasta esta semana si empezaban y, por lo tanto, no hemos hecho mucha promoción», ha expresado el gerente.
Por ahora, no han colocado mamparas de metacrilato dentro de la embarcación, ya que creen que no serán necesarias porel hecho de que no llegarán al 50% del aforo permitido – el barco tiene capacidad para 53 viajeros. Además, Domingo ha remarcado que la actividad se hace al aire libre. Con todo, las mamparas están preparadas por si hiciera faltar instalarlas en el centro del laúd para separar el espacio.
Con respecto a las medidas higiénicas, se han colocado dispensadores de gel, el guía lleva una pantalla de protección y se ha desinfectado el barco. Asimismo, está previsto controlar el proceso de embarque para evitar posibles aglomeraciones en el embarcadero de Tortosa.
A la vez, Domingo se ha mostrado optimista de cara a la temporada de verano y confía en que con la flexibilización de las restricciones se anime la actividad. «No solemos tener reservas con mucha antelación, pero ha llamado gente para preguntar sobre las excursiones», ha afirmado. «Normalmente reservan dos o tres días antes, y hasta mediados de julio no se anima la cosa. Este año, esperamos que se adelante un poco la temporada, hacia finales de junio», ha destacado.
También han reanudado la actividad la empresa Cruceros del Delta del Ebro, y los cruceros Olmos en Deltebre lo harán el fin de semana que viene. Los Laúdes de Benifallet i d'Ascó tienen previsto volver a trabajar a principios de julio.