Policial
Mossos y Policía Local vigilan un vecino de Amposta que acumula 28 detenciones en un año y medio
El alcalde, Adam Tomàs, reclama soluciones a los jueces, que han liberado al hombre cada vez que lo han arrestado
Había pasado muy poco tiempo desde la anterior visita a las dependencias del juzgado de Amposta para responder también del robo perpetrado hace diez días en elcentro socioeducativo de la entidad APASA, que cuida de personas con discapacidad psíquica, y de donde se habría llevado una cantidad no precisada de dinero. Lo hizo rompiendo un cristal para acceder al interior de las instalaciones. Como en todo el resto de ocasiones, hasta una treintena, volvió a salir con libertad, con la única condición de comparecer dos días de la semana en el juzgado.
Aunque todavía no hay pruebas fehacientes, se lo relaciona, presuntamente, con recientes asaltos al mercado y la piscina municipal de los últimos días. Así las cosas, la repetición cíclica y continuada de esta dinámica ha levantado malestar vecinal y sensación de inseguridad ciudadana «brutal», según constata Tomàs en declaraciones aACN. «Nos parece muy bien que la justicia sea garantista, que se busque la rehabilitación y la reinserción, pero hay casos en los que es muy complicado y este es uno de ellos», apunta.
Por eso, considera que, dentro del margen «interpretable» de las leyes, los jueces tendrían que buscar una «brecha» para poder ordenar el ingreso en prisión, aunque sea por «acumulación» de pequeños hurtos o delitos, en este caso concreto. El alcalde ya ha tramitadoesta petición formalmente a la jueza decana de Amposta, adjuntando un informe del jefe de la policía local sobre el historial de actividades delictivas multireicindent del hombre. Especialmente, recuerda, después de que el consistorio ampostino, durante los últimos años, haya ejercido una «presión muy grande» sobre «actividades delictivas», especialmente el tráfico de drogas y en coordinación con otros cuerpos policiales: «no queremos caer en la sensación de impunidad que los mismos cuerpos de seguridad se pregunten por qué lo tienen que detener y se tienen que esforzar si al día siguiente está en la calle, que es la misma percepción que a menudo tiene la ciudadanía», aduce.
Seguimiento policial
Pero, de momento, la respuesta judicial sigue siendo la misma. Así, en estos momentos, y en el intento de limitar su margen de actuación, Policía Local y Mossos se alternan temporalmente en estas tareas y destinan una patrulla específicamente de forma continuada a seguir sus movimientos, «para detectar cuando haga alguna cosa y detenerlo de forma inmediata». «Eso es un gasto muy grande para la administración: escomo tener un mosso controlando cada coche que va por la autopista que no pase de los 120 km/h. Es una absurdidad, pero es la situación en la que nos encontramos», apunta Tomàs.
Aunque las primeras detenciones eran, principalmente, por robos y hurtos en el interior de vehículos estacionados en la vía pública, durante los últimos meses su actividad se ha extendido también a las entradas con fuerza en domicilios, establecimientos comerciales y almacén, con sustracciones de patrimonio sin ninguna especialización concreta: desde dinero en utensilios o instrumentos electrónicos. Durante este pasado año y medio ha sido detenido una docena de veces por los Mossos, mientras que el resto de los arrestos los ha practicado la policía local.
Este último cuerpo, precisamente, ha llegado a practicar más de 70 actuaciones relacionadas con él, sea de oficio o a requerimiento de la ciudadanía, en este mismo periodo, durante el cual ha estado ocupando de forma ilegal al menos cuatro inmuebles diferentes de la ciudad. A principios de marzo del pasado 2019, la misma policía local se encargó de trasladarlo y lo ingresó en un centro de desintoxicación de Sabadell, para que recibiera tratamiento por sus adiciones, pero lo acabó abandonando al cabo de pocos días para volver a Amposta.