Plantación simbólica de olivos para conmemorar el primer aniversario del incendio de la Ribera d'Ebre

Acto simbólico y poco masivo por la covid-19

La huella del fuego todavía está bien presente en las más de 5.000 hectáreas de bosque y campos de cultivos quemadas en las comarcas de la Ribera d'Ebre, el Segrià y las Garrigues. La ermita del Remeies uno de los puntos perimetrales donde el fuego se detuvo y, precisamente, en este lugar, se han plantado los olivos para simbolizar la voluntad de reponerse de los hechos. Al inicio del acto, el alcalde de Flix, Francesc Barbero, ha afirmado que les hubiera gustado conmemorar el primer aniversario de otra manera, pero que con la crisis del coronavirus han optado por una acción sencilla. De hecho, estaban presentes los ocho alcaldes afectados por el fuego, acompañados de algunos de los respectivos concejales. En la conmemoración también ha intervenido el alcalde de Maials y la alcaldesa de Vinebre.

Desde que se extinguió el fuego, una de las principales reivindicaciones de los alcaldes ha sido que se instalen riegos en las zonas quemadas y de secano con el fin de ampliar las áreas de regadío. Barbero ha recordado que la semana pasada se aprobó el proyecto de ampliación del regadío de la Comunidad de Regantes de Vingalis en la sierra del Rovelló, que engloba los términos municipales de La Torre de l'Espanyol, Flix y Vinebre. «Fue una buena noticia. Ahora estamos pendientes de una segunda gran ampliación de regadíos en la zona del Segrià-sur y del sur de las Garrigues que también necesitan que llegue el agua urgentemente, si no recuperaremos el potencial productivo», ha asegurado al alcalde de Flix.

«Somos gente tozuda y persistiremos. Queremos que haya campesinado, porque es absolutamente imprescindible esta mezcla de mosaico de bosque y cultivo para prevenir incendios en el futuro. Hoy estamos trabajando por el paisaje para deaquí 20 años y para que no haya un segundo gran incendio cuando el bosque se haya recuperado», ha argumentado Barbero. Por eso, ha reclamado la implicación de todo el territorio y de las administraciones.

En la misma línea, se ha manifestado el alcalde de Maials, David Masot que ha reprochado al departamento de Agricultura que no hubiera implementado el proyecto para ampliar las zonas de riego. «Había un compromiso de Agricultura de hacer un proyecto. En este momento, no sabemos cómo está. Como alcaldes no pararemos de pedirlo», ha lanzado.

Ayudas a los agricultores

Un año después, todos los alcaldes comparten el descontento con respecto a las ayudas económicas otorgadas por el Gobierno, las cuales consideran que no han sido suficientes para revertir la situación. Masot ha criticado, nuevamente, que las ayudas estuvieran condicionadas al seguro agrario. De hecho, el alcalde de Bovera, Òscar Acero, ha sido uno de los más contundentes a la hora de valorar las líneas de ayuda. «Todos los campesinos del municipio ven muy mal que vinieran el día del incendio a hacernos muchas promesas que no se han cumplido. Es como un mago que viene a hacer una actuación y lo único que ha vendido ha sido ilusiones», ha lamentado Acero.

Asimismo, el alcalde ha señalado que hace falta que se potencien los productos de proximidad para ayudar a aquellas personas que no quieren marcharse del territorio. «Un olivo tardará entre siete y ocho años en hacer aceitunas. Hay personas que han perdido el 30% de la producción, ¿como lo puede recuperar.Si se ha dado 1,5 euros por árbol quemado?», ha exclamado. Y ha añadido que se tendrían que invertir los esfuerzos a recuperar los cultivos en lugar de los pins quemados. «En Bovera se han quemado unas 540 hectáreas de propietarios, si se recuperan unas 100 o 200 será mucho», ha dicho.

Con respecto a las asignaturas pendientes, los alcaldes señalan que el debate sobre un nuevo modelo de país y de desarrollo rural, que el fuego llevó a primera línea, se ha aguado con el paso del tiempo. Para el alcalde de Flix, actos como el de la conmemoración del primer aniversario quieren ser el recordatorio para que dentro de unos años, cuando se mire atrás, no tengan que lamentar que no fueron capaces de avanzar en la gestión forestal. «Pueblos como la Palma d'Ebre o Flix estamos impulsando asociaciones de propietarios forestales - la gran mayoría de bosques son privados- para realzarlos. Catalunya crema cada verano y seguirá quemando, necesitamos que se coja de una vez para todas que tenemos que hacer con los bosques que no paran de crecer por el abandono de los cultivos», ha manifestado.

Por su parte, el alcalde de Maials ha completado que se tienen que parar proyectos de vertederos de residuos – como el de Riba-roja d'Ebre-, e impulsar otros que den apoyo a un campesinado sostenible y cuidadoso con el medio ambiente. «Que nos traigan el agua ala zona afectada, que acaben de llegar las ayudas para los campesinos y basta de proyectos como los macros-vertederos», ha concluído Masot.