Medio Ambiente
Riba-roja quiere que la recaudación por los permisos de pesca revierta en mantenimiento y vigilancia
Ayuntamiento y pescadores denuncian problemas de limpieza y control de un espacio que acoge a 5.000 aficionados cada año
La Zona Controlada de pesca se implantó hace 40 años. Inicialmente, según explica elconcejal de Serveis, Jaume Agustí, el 75% de los ingresos por los permisos «se quedaban en la zona, gestionados por la misma sociedad de Pesca, pero con el paso de los años y los diferentes cambios legislativos la Generalitat estos ingresos fueron disminuyendo, hasta llegar a los cero euros de aportación al territorio de la actualidad».
Estos recursos, añade, se destinaban a servicios de guardia, limpieza y mantenimiento de la zona de pesca, de las barbacoas y de la zona de esparcimiento, que se construyó en el pantano. Pero la falta de recursos, añade, obligó a suprimir el puesto de trabajo del guardia y sus funciones fueron asumidas por algunos voluntarios, una fórmula que, con los años, «se ha traducido en una degradación de la zona», según Agustí.
Consistorio y sociedad de pescadores recuerdan que el espacio es uno de los principales activos turísticos y económicos del municipio y lamentan su olvido por parte de la administración. Entre otros aspectos, se quejan también por la regulación de los caudales|dinero por parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, con oscilaciones importantes, que afectan «negativamente» a la actividad de un destino «de primer orden en el ámbito internacional».