Agricultura
Apicultores ebrenses secundan la protesta en contra de la normativa valenciana que limita la producción de miel de naranjo
Alertan de que la imposición de fuertes multas trasladará la presión de los productores valencianos hacia territorios limítrofes
Para los productores ebrenses, la medida les genera perjuicios en varios frentes. Por una parte, porque con la entrada en vigor será ya muy complicado poder trasladar sus polillas a los campos de municipios próximos, principalmente la zona del Bajo Maestrat, para producir miel de naranjo. Sin embargo, sobre todo, según apunta el presidente de la Cooperativa Apícola Tarraconense, Jordi Brull, el hecho de que se impida trabajar los abellers valencianos, que con 360.000 cajas triplican la capacidad productiva de Cataluña, se pueden ver forzados a trasladarse a otros territorios.
«No podrán ponerlas en el naranjo y las repartirán en las zonas limítrofes en la Comunidad Valenciana, entre las cuales, nuestra zona. Eso nos obligará a nosotros a desplazarnos más hacia el norte o modificar las rutas de trashumancia también más hacia el norte», alerta el mismo Brull. Es decir, existe el riesgo de un considerable incremento de la presión de esta actividad sobre el territorio, donde ya actualmente municipios como Tortosa, Alcanar y Santa Bàrbara ya limitan la ubicación de polillas a los cítricos durante algunos meses de primavera.
Teóricamente, la medida del gobierno valenciano –que ha intentado desactivar la protesta de este viernes ofreciendo una moratoria de dos años- tiene como objetivo limitar los efectos de lo que se conoce como a polinización cruzada de los cítricos, por la cual las variedades híbridas más nuevas –plantaciones durante los años 80 y 90 del siglo pasado- acaban generando frutos con huesos, mucho menos apreciados por los consumidores y, por lo tanto, con unos precios y una salida muy inferior a los mercados. Y si bien años atrás el gobierno valenciano subvencionaba a los apicultores para que no se acercaran a algunos de estos campos, la normativa ha ido cambiando progresivamente hasta la modificación legislativa que prevé las multas mencionadas.
Los abellers, sin embargo, recuerdan que los campos con variedades tradicionales requieren la actividad pol·linitzadora de las abejas para hacer uno bueno cuajado y dar fruto de buen calibre y calidad. En este sentido, señalan que detrás de las presiones en el gobierno valenciano para limitar la actividad apícola cerca de plantaciones nuevas de variedades híbridas hay grandes empresas del sector de la cerámica o la construcción que años atrás decidieron reinvertir sus beneficios de forma especulativa en el cultivo de cítricos, también adquiriendo importantes extensiones de terreno en las Terres de l'Ebre para producir.