Memoria Histórica
Capella ve en monumento del Ebro «la profundidad de huellas franquistas»
«Retiraremos el monolito por responsabilidad, por dignidad y para reparar a las víctimas», ha añadido la consellera
La consellera de Justícia, Ester Capella, ha dicho este miércoles que el monumento franquista del río Ebro en Tortosa «demuestra la debilidad de la democracia española y la profundidad de las huellas del franquismo».
En el marco de la sesión de control en el Gobierno llevada a cabo esta mañana en el Parlamento, Capella se ha referido así al mayor vestigio de la dictadura en Cataluña, inaugurado en 1966 para conmemorar la victoria de los franquistas en la Batalla del Ebro y que la Generalitat prevé empezar a retirar en verano del próximo año.
La consellera no ha albergado «dudas» que el citado monumento «es simbología franquista, oxidada y deteriorada, pero que aquí resiste», y ha subrayado que tendría que ser el Gobierno del Estado quien , en virtud de las leyes de memoria histórica, acabara con él.
Sin embargo, como ya se anunció el pasado 20 de noviembre, coincidiendo con el 45.º aniversario de la muerte del dictador, «la Generalitat ha iniciado la cuenta atrás definitiva para retirar» el monolito.
Capilla ha recordado que 30.000 soldados republicanos murieron en la Batalla del Ebro, una de las más cruentas de la Guerra Civil, que en 1938 selló la derrota de la República.
«Ya hace 82 años de esta batalla y 45 de la muerte del dictador -ha incidido-, pero el monumento, homenaje exclusivo a las víctimas del bando franquista, sigue en pie».
«Retiraremos el monumento por responsabilidad, por dignidad y para reparar a las víctimas», ha concluido a la consellera.