El Gobierno pide la declaración de emergencia para reparar los daños en el Delta del Ebro
El ejecutivo se muestra abierto a cofinanciar las obras para reforzar el litoral y reclama movilizar sedimentos de los pantanos
El Gobierno ha pedido al Estado la declaración de emergencia para poder reparar los daños que el temporal Filomena causó en el Delta del Ebro. El ejecutivo ha aprobado este martes un acuerdo con el que reitera su disposición a cofinanciar estas actuaciones en el marco de un convenio de colaboración. Unas tareas que pasarían por la movilización de 500.000 metros cúbicos de arena y el reforzamiento de la fachada litoral ante los embates de los temporales. El Gobierno, en este sentido, ha reiterado su compromiso a trabajar para mantener la morfología deltaica, «en la medida del posible», luchando contra la regresión y poniendo sobre la mesa soluciones estructurales, «a medio plazo», basadas en la movilización de los sedimentos retenidos en los pantanos.
El acuerdo de Gobierno insta al Estado a ejecutar una serie de acciones, «como organismo competente en materia de protección de la costa y del litoral y de la planificación hidrológica en la cuenca del Ebro». Por una parte, con las medidas de emergencia «oportunas» para reforzar el litoral deltaico ante los temporales. En este contexto, el Ejecutivo reitera su «disposición» a «colaborar en las actuaciones planificadas por el Estado para la protección del Delta y para aportar recursos humanos y económicos suplementarios que permitan acelerar la respuesta a la actual situación de emergencia». Pide, sin embargo, que el gobierno español consensúe las actuaciones para hacer frente a futuros temporales a partir de la firma del mencionado convenio.
Paralelamente, reclama también aprobar el Plan de protección del Delta del Ebro «con la participación de la Generalitat y de la Mesa de Consenso» con medidas estructurales. En este sentido, reclama también que se creeuna «comisión mixta» entre las dos administraciones y este organismo. La Generalitat también quiere que el nuevo Plan Hidrológico del Ebro incorpore las garantías para «mantener un caudal adecuado» del río en su desembocadura y movilizar sedimentos de la cuenca del Ebro, tal como han reclamado varias entidades y el mismo Parlament.